Integrantes de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL) se reunieron con el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, a quien plantearon la necesidad de reformas fiscales, ante lo que consideran “una alta presión tributaria global” de hasta 36,9 por ciento sobre la facturación del sector, además de reclamarle por “la complejidad operativa” derivada de “una pesada carga burocrática”.
El presidente de Copal, Daniel Funes de Rioja, aseguró que tanto la carga tributaria como la burocrática “atentan contra la competitividad de la industria de alimentos y bebidas, en especial de las pymes y las economías regionales”, por lo que planteó la necesidad de que el gobierno encare “una segunda generación de reformas para volver a crecer, alcanzando la competitividad hoy resentida”.
Según la entidad, esta industria tiene una presión tributaria de hasta 36,9 por ciento sobre la facturación pero si se computaran todas las cadenas comerciales de los productos elaborados, hasta llegar al consumidor, el peso promedio de los impuestos es del 40,3 por ciento para alimentos y del 48,5 por ciento para bebidas.
Por otro lado, “existe una alta complejidad operativa, con cambios normativos frecuentes y diferentes regímenes a nivel local, lo que genera una pesada carga burocrática, altos costos operativos y financieros”, indicó en un comunicado la Copal.
En la reunión los empresarios mencionaron el impuesto a los débitos y créditos bancarios, al trabajo, a los Ingresos Brutos y los aspectos de simplificación y armonización tributaria.
Al respecto, pusieron como ejemplo que sólo para transportar chacinados, se requiere cumplimentar 16 documentos, y una pyme del mismo sector enfrenta 11 vencimientos impositivos en veinte días hábiles.
En tanto, para abrir una empresa avícola, es necesario realizar 166 trámites, entre los que se hacen ante organismos nacionales, provinciales y la AFIP.
“Una gran empresa alimentaria debe presentar por año más de 870 declaraciones juradas determinativas de impuestos, realizar 680 pagos relacionados con esas declaraciones juradas, y presentar más de 800 declaraciones al año correspondientes a regímenes de información”, según aseguraron desde la Copal.
La organización relevó que entre enero y noviembre de 2016, el índice de producción físico de la industria de alimentos y bebidas mostró una caída del 2 por ciento respecto del mismo período anterior, y de 3,7 por ciento si se excluye el sector de aceites.
Por otra parte, las exportaciones del sector totalizaron, en los primeros once meses de 2016, 23.186 millones, y registraron una suba del 1,4 por ciento interanual, con envíos de 43.395 miles de toneladas, que implicaron un alza de 5,5 por ciento.
