La política de congelamiento de precios en Argentina es antiquísima y está más que demostrado que no ha dado resultados. Esta es una medida del gobierno, en su afán de ponerle un techo a la discusión paritaria de Abril, para no convalidar la recomposición salarial que plantean los trabajadores.
Como la inflación de acuerdo a estimaciones privadas, alcanzó en Enero de este año casi el 3%, al gobierno y como ha hecho en otras ocasiones, la única medida que se le ocurrió fue el congelamiento de precios.
Para saber que implica esto tenemos que recorrer nuestra historia y ver a nuestro alrededor, como le ha ido a Venezuela con el congelamiento y el cepo cambiario para imaginarnos que nos ocurrirá. Argentina y Venezuela son los países que mayor inflación tienen de América Latina superando el 25%.
La inflación es una preocupación de la mayoría de nuestros vecinos pero implementan medidas activas para combatirla. Basta con ver el ejemplo de Brasil que ayer anuncio eliminar impuestos federales sobre productos básicos de la canasta familiar como medida para paliar la inflación. Proyectos como este hemos presentado en el congreso de la Nación en estos años que no han sido tratados por el oficialismo.
La única manera de contener la inflación es, por un lado, con más producción para lo cual se necesita mayor inversión. Para que haya inversión debe existir ahorro, es decir gente que confíe en la Argentina. Exacerbando el consumo para generar la tan buscada reactivación lo único que se genera es más inflación. El congelamiento de precios ahuyenta la inversión.
Por otro lado deben existir pautas claras de los que se va a hacer con la política fiscal, monetaria, o cambiaria como es el cepo cambiario. La emisión genera desconfianza en nuestra moneda. Seguir emitiendo al 40% anual es simplemente emitir papel pintado. Es por ello que la gente recurre al dólar blue, que el gobierno dice combatir, para proteger su ingreso.
Si esta política fuera tan exitosa me pregunto: ¿por qué se implementa solo por dos meses?. Cuando la presidenta anunció el aumento del mínimo no imponible, hablo del sacrificio fiscal que estaba haciendo el gobierno, pero en realidad con el congelamiento de precios los que van a hacer un esfuerzo son los asalariados dado que van a recibir un aumento por debajo de la inflación real que deberá convivir después del primero de abril con incrementos de precios superiores a los acordados. Los trabajadores correrán nuevamente por detrás a la inflación sin alternativas para resguardar el valor de su trabajo.
No se entiende como un gobierno que se dice progresista busque solucionar el problema de la inflación que afecta a los trabajadores con una medida que nunca funcionó y que generara el efecto contrario al esperado, es decir más inflación. Albert Einstein decía: “Locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados. No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo”.
Por Ricardo Buryaile. Diputado nacional por Formosa, UCR