Frente a la reforma fiscal anunciada por el gobierno nacional, Coninagro, la entidad que agrupa a productores agropecuarios vinculados a cooperativas, sostiene que “comparte la necesidad de generar una reforma tributaria que permita disminuir la presión fiscal, especialmente para las producciones agroindustriales”.
“Desde hace varios años, hemos detectado una carga impositiva especialmente alta tanto por elevadas alícuotas -derechos de exportación del 30%- como por superposición de tributos como ingresos brutos provinciales, impuesto a los débitos y créditos, inmobiliario rural, impuestos internos, bienes personales, tasas viales municipales etc.”, enumeró Coninagro.
“Desde el cooperativismo agropecuario estamos preocupados por el efecto nocivo que aún tiene la inflación, pero que impacta en una mayor recaudación, vía aquellos impuestos que están ligados al valor del producto. Sin embargo, también hemos visto el esfuerzo realizado por la administración nacional mediante la eliminación de los derechos de exportación a todos los productos del campo, exceptuando la soja”, sopesaron los productores.
Aunque todavía no se conocen los detalles de la propuesta del gobierno nacional, para Coninagro “pareciera ser relativamente moderada” ya que “saca un poco a varios sectores, con modificaciones cosméticas” y “no es una reforma como el empresariado hubiera pensado y pareciera diseñada más para una suba de la recaudación que para mayor competitividad, por ejemplo, no simplifica la maraña de impuestos, sino que los deja a cuenta”, analizaron desde la entidad.
Al tiempo que advirtieron: “La propuesta del gobierno convierte el impuesto al cheque en una ganancia presunta. No beneficia a las cooperativas, pero sí a los productores, especialmente a aquellos que no sean Pyme (ya lo tienen). Además se propone bajar ingresos brutos, que son potestad de las provincias; así que pareciera improbable sin un acuerdo antes de que las provincias aprueben sus presupuestos”.
Por otro lado consideraron que es un “hecho positivo” bajar contribuciones patronales pero remarcaron que “hay que verificar la implementación en los convenios colectivos. Pareciera improbable sin un acuerdo”.
En cuanto a reducir la demora en el uso del crédito del IVA, indicaron que “esto significa que la AFIP no se financie con nuestros saldos”.
Asimismo opinaron: “El promisorio proyecto sube los impuestos internos. Esto es lo más sencillo de implementar y lo que más prensa en contra tuvo. El vino sería el más perjudicado en el caso de que se continúe con la idea de elevar su alícuota, situación que rechazamos”.
Este proyecto impacta, según el mismo Ministro en reducir en 1,5% la presión tributaria en 5 años, apoyándose en una respuesta positiva de la inversión a estas medidas.