Tras confirmarse en laboratorio un nuevo brote de rabia paresiante en herbívoros en las cercanías a la localidad de Garruchos, en el departamento de Santo Tomé, Corrientes, el pasado 22 de noviembre, especialistas del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) establecieron un área de trabajo, con vacunación de ganado bovino, porcino, equino y rumiantes menores en un radio de 10 kilómetros alrededor de los animales afectados.
Los técnicos de la entidad realizaron inspecciones de posibles refugios de vampiros que dieron como resultado la localización de uno en la zona, donde se capturaron varios ejemplares de vampiro común. Sobre los murciélagos capturados se efectuó un tratamiento para bajar la población en la colonia originaria –a partir de lo cual queda el refugio como centinela, que será monitoreado en el futuro–.
A su vez, el jefe del Programa de Rabia del Senasa, Gabriel Russo, brindó una charla instructiva en las instalaciones del municipio de la localidad de Garruchos, en la cual participaron autoridades del municipio, productores y alumnos de los colegios de la localidad. Habrá otras reuniones informativas a productores ganaderos, escuelas y a la población de las zonas afectadas.
Los profesionales del Senasa recomiendan evitar el contacto con animales muertos o con sintomatología nerviosa y dar aviso inmediato a la oficina del Senasa más cercana para intervenir de manera adecuada y analizar sanitariamente cada situación.
La rabia paresiante es una enfermedad endémica y recurrente causada por el virus rábico transmitido por el vampiro común Desmodus rotundus, que afecta principalmente a los bovinos y a los equinos, y con menor frecuencia a otras especies domésticas, a los humanos y a algunos animales silvestres.