Aplicar tecnologías y buenas prácticas en el proceso de henificación es lo más importante para lograr un alimento de gran digestibilidad y fuente de proteína para la hacienda.
Como ingrediente clave en la dieta de producción de carne y leche, el heno de alfalfa representa una fuente de fibra efectiva. Disminuir al máximo las pérdidas en la confección del henificado con una rotoenfardadora es el principal objetivo en la campaña.
Cuatro aspectos clave que dio el técnico Federico Sánchez:
- Confeccionar andanas de forma y volumen uniforme: En lotes de bajo rendimiento (2 o 3 kilos por metro), lo ideal es realizar zigzagueos discontinuos para llenar uniformemente la cámara de compactación, produciendo rollos perfectamente cilíndricos. En andanas de mayor volumen, del orden de 5 kilogramos por metro, RotoCut de la rotoenfardadora Rollant 375 RC, de CLAAS, permite trabajar en forma lineal gracias a su recolector pick up de bajo perfil y 2,10 metros de ancho.
- Humedad del forraje: “Si el forraje no fue secado adecuadamente y es henificado con un contenido de humedad mayor al 20%, se produce un deterioro en la calidad”, advierte Sánchez. Cuando la humedad de la andana es inferior al 13%, el material se encuentra muy susceptible a perder hojas y la agresividad mecánica.
- Uso de la fibra procesada: Cuando esté activo el RotoCut, permite que toda la fibra confeccionada por los rollos sea trozada a 6 centímetros de largo. Con solo cortar la red de atado, la fibra posee el largo óptimo para ser cargado con una pala y mezclarlo en un mixer vertical u horizontal.
- Almacenaje: La recomendación es retirar los rollos del lote de forma inmediata para no afectar la productividad de la pastura, y luego estibarlos, colocándolos pegados por sus caras planas, formando filas orientadas en la misma dirección de los vientos predominantes.