La provincia de Santa Fe es la principal productora de conejos de la
Argentina, pero, paradójicamente, no tiene ningún frigorífico habilitado para faenarlos.
Precisamente, la firma de un convenio el pasado 18 de marzo en Expocharcra, pretende organizar este importante sector de la producción santafesina, dar identidad a la carne de conejo y establecer un origen seguro, para el desarrollo del mercado interno de consumo con focalización en la región Rosario y el fortalecimiento de la salida exportadora del sector.
El modelo surgió a partir de la crisis que atravesó el sector cunícola.
“Tuvimos una muy buena época, llegando a los $ 4,50. Después empezaron a bajar y en diciembre, enero y febrero pasados prácticamente no hubo retiro por parte de los frigoríficos, debido a que en esta época compran liebre, que genera más dinero porque es una carne exótica,” contó a Infocampo Osvaldo A. Salomón, presidente de la Comuna de Chabás, Santa Fe.
El funcionario explicó que en aquel momento “los frigoríficos argumentaron una caída en los precios internacionales y en la demanda, cosa que no es así. Las publicaciones internacionales que nosotros tenemos demuestran que se han batido récord de venta de conejo durante enero y febrero en España, por ejemplo”.
A partir de esa situación como mínimo contradictoria surgió la necesidad de firmar este convenio, orientado a establecer controles claros de procesos de producción, la creación de un mercado interno de consumo, el establecimiento de Salas de Faena distritales y el diseño propio de estructuras de comercialización.
Actualmente, Chabás cuenta con unos 100 criaderos y la idea de la comuna es la de instalar antes de mitad de año un depostadero que faenará alrededor de 2.000 conejos por semana. Quieren, además, armar una marca local, para ganar mercados.
El dinero va a salir de la inversión privada, el apoyo del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, y algún fondo de un crédito. “Es importante resaltar que este tipo de producción es familiar y genera una muy buena salida para los problemas laborales. Lo que necesitamos es una política de promoción de la producción de conejo, el consumo y la apertura de mercado”, concluyó Salomón.
Alejandro Cavalli
acavalli@infocampo.com.ar