El girasol había iniciado bien su ciclo, a tiempo, y más allá de la ola de calor extremo y la severa falta lluvias en una ventana de tiempo durante el verano, se mantuvo estable. Así también lo muestran los datos ya que, por ahora, fue el único cultivo que no perdió rendimiento en las estimaciones, a diferencia del maíz y la soja, a lo largo del ciclo.
La Bolsa de Cereales porteña dio por finalizada la recolección de girasol en todo el país.
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Con un avance de trilla de casi 4%, un conjunto de lotes remanentes del sur del área agrícola fueron los últimos en cosecharse. De esta forma, el volumen total producido alcanzó las 3,3 millones de toneladas, respetándose lo pronosticado y sin pérdidas de rendimiento, y sobre 1,6 millones de hectáreas.
Respecto a los detalles que expuso la entidad, el rinde promedio nacional finalizó en 20,7 quintales por hectárea, levemente por debajo al promedio del ciclo previo y al de las últimas cinco campañas.
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Cabe destacar, sostiene la Bolsa que, pese al régimen de lluvias de año Niña, en las zonas del centro-norte del área agrícola se alcanzaron rindes significativamente superiores a los del ciclo previo y a los de las últimas cinco temporadas.
Sin embargo, sobre el extremo opuesto, en todas las regiones del sur del área agrícola, los rendimientos alcanzados terminaron por debajo del ciclo previo y del promedio de las últimas cinco campañas.