“Estamos en una época muy interesante. Antes teníamos una revolución industrial por siglo; con la llegada de la computación fue por década; y ahora con la inteligencia artificial tenemos una por año”.
La frase pertenece a Santiago Siri –emprendendor, programador y especialista en innovación y nuevas tecnologías– y pinta a las claras la revolución tecnológica que está sucediendo en la actualidad, que modifica todos los ámbitos de la vida cotidiana, y de la que lógicamente el agro no está exento.
Por eso, en otra entrega del programa En La Mesa, de Sigma Agro, conducido por el periodista Daniel Aprile, Siri junto a otros dos expertos en tecnología debatieron sobre estas disrupciones que están ocurriendo de manera constante y a las que la sociedad se debe adaptar rápidamente.
“Prácticamente, semana a semana salen nuevos modelos y sistemas que transforman las formas en las que pensamos y hacemos software”, prosiguió Siri.
Y alertó que esta ola de inteligencia artificial “recién empieza”, para lo que metaforizó que “hay que preparar la tabla de barrenar, porque viene un tsunami”.
Al respecto, citó ejemplos recientes de cómo desarrollos que parecen en una primera aproximación utópicos o muy avanzados, se insertan rápidamente en la vida de las personas.
“En un par de años, Bitcoin pasó de cero a que mi madre me pregunte qué es y cómo se usa. Con ChatGPT lo mismo, pero en solo semanas. El nivel de adopción que tienen estas tecnologías es rápido, porque son muy plásticas, en el sentido de que sirven para muchas cosas; y también inclusivas, porque son fáciles para que cualquiera las pueda usar”, describió.
Como conclusión, consideró que por estos días “la inteligencia se volvió un commoditie, como tener energía”, pero fue optimista sobre que “al final del día no nos va a reemplazar la inteligencia artificial, pero sí las personas que sepan usarla”.
LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y SU USO EN EL AGRO
Como se mencionó, el campo y la agroindustria, como parte esenciales de la actividad económica y el desarrollo social en Argentina, no están exentos de estos avances disruptivos, que modifican completamente la forma de pensar y de trabajar en los lotes.
Un ejemplo es el de DeepAgro, una compañía nacional cuyo CEO y cofundador es Juan Manuel Baruffaldi, otro de los expertos que estuvieron sentados En La Mesa.
El joven emprendedor coincidió con Siri en que “semana a semana” se están creando innovaciones y aclaró que era algo que “esperábamos que empezara a pasar”, aunque reconoció que “incluso a los que estamos en esto, no deja de sorprendernos la exponencialidad con la que suceden los cambios”.
“La velocidad a la que hay que seguir innovando es desafiante”, enfatizó.
Para el otro participante de la charla, Ignacio Eguren –CEO y fundador de AgroPro–, en el caso del agro un pequeño obstáculo es que el sector “viene un poco más atrasado que otras industrias en lo que tiene que ver con digitalización e inteligencia artificial”.
Desde su punto de vista, esto tiene que ver con que la incorporación de muchos de estos procesos arroja resultados tangibles recién a mediano o largo plazo, cuando el productor busca un impacto rápido. Por ello, las mejores en maquinarias o insumos suelen ser más rápidamente adoptadas.
Baruffaldi coincidió y citó el caso de DeepAgro: “Cuando ven que con aplicaciones selectivas se reduce hasta un 90% el uso de herbicidas, lo adoptan rápido, la innovación se acelera”, afirmó.
Pero sí opinó en que, para que esa adopción sea realmente veloz, lo que hay que ofrecer son soluciones, entendiendo las necesidades tranqueras adentro.
Para Baruffaldi, lejos de haber un recelo por parte de quienes trabajan la tierra en relación a la incorporación de tecnología, “hoy hay mucha voluntad de que la inteligencia artificial tome decisión por ellos, están más abiertos al uso de información”, pero esto tiene que ir sí o sí apalancado de que sea en relación a soluciones para problemas que realmente haya a campo.