Transformar la basura de casa en compost para la huerta o el jardín es una práctica saludable para el ambiente y beneficiosa para las plantas.
El compost tiene una textura similar a la tierra y es de color oscuro. Contiene una cantidad significativa de nutrientes, como nitrógeno, fósforo y potasio, que son esenciales para el crecimiento de los cultivos en la huerta orgánica o el mismo jardín de flores.
Además, el compostaje reduce la cantidad de basura que va a los desagües y ayuda a disminuir la contaminación y los gases de efecto invernadero.
LOS BENEFICIOS DEL COMPOSTAJE
- Evita olores indeseados
- El compost actúa como una esponja en el suelo y mejora la capacidad absorción y retención de agua, a la vez que reduce la erosión.
- Es muy beneficioso para las plantas del balcón o jardín, ya que mejora la estructura del suelo, promoviendo la formación de agregados que permiten una mejor circulación de aire y agua.
- Es una forma efectiva de aprovechar los desechos de cocina, jardín y oficina. También se pueden compostar materiales como papel y cartón sin tinta.
Además, el compostaje es un proceso natural y sencillo en el que los microorganismos descomponen la materia orgánica y la transforman en un material rico en nutrientes llamado compost. Para empezar a transitar este mundo, lo único que se necesita es un contenedor de compost, que puede ser tan simple como un recipiente grande o una caja de madera.
Vale recordar que no todos los desechos pueden utilizarse en la compostera. Hay que evitar las carnes, los productos lácteos, plantas enfermas, materiales químicos, ceniza de carbón, entre otras basuras.
Su adopción en casa es una actividad divertida y educativa para toda la familia. Incluso es bueno involucrar a los niños en el proceso para enseñarles la importancia de reducir, reutilizar y reciclar.
Una vez que se agregan los desechos orgánicos al contenedor, los descomponedores entran en acción: bacterias y hongos comienzan a descomponerla, y transforman restos de comida, las hojas secas y otros materiales orgánicos para transformarlos en nutrientes.
El proceso de descomposición lleva tiempo y durante este período, hay que mantener el compost húmedo y girarlo ocasionalmente para proporcionar oxígeno a los descomponedores. El material estará listo transcurrido unos seis o más meses, dependiendo del desecho utilizado.
MATERIALES APTOS PARA COMPOSTAR
- Desechos de cocina: restos de frutas y verduras, cáscaras de huevo trituradas, posos de café, filtros de té, sobras de comida sin aceite ni grasa.
- Materiales de jardín: hojas secas, recortes de césped, ramas pequeñas trituradas, plantas muertas.
- Papel y cartón sin tinta: papel de cocina y servilletas usadas, cartón corrugado, papel triturado.
- Estiércol animal: estiércol de herbívoros como vacas, caballos, conejos, siempre y cuando esté bien descompuesto.
Residuos de jardinería: paja, heno, restos de poda.
Restos de café y té: los posos de café y las bolsitas de té sin grapa ni etiquetas pueden ser añadidos al compost.
Cáscara de nuez: aunque no se descomponen rápidamente, pueden añadirse al compost para aportar estructura.
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