Una persona murió y 7.000 están evacuadas por el desborde del Arroyo del Medio en la localidad bonaerense de La Emilia, partido de San Nicolás, casi en el límite con Santa Fe, donde el agua desbordó un terraplén y anegó a todo el pueblo, que debió ser evacuado en su totalidad, donde llegó hasta los dos metros de altura.
El cuerpo del fallecido, de apellido González, de 54 años, quien era buscado desde el domingo a la noche luego de cenar con unos amigos, fue encontrado en el predio de la planta cloacal, a 200 metros de la ruta 9, en una localidad cercana llamada Villa Hermosa (ex Papelera).
La totalidad del pueblo, de 4.000 habitantes, fue evacuado y algunos se fueron a San Nicolás, mientras otros están en dos centros de evacuados, uno en la zona de Villa Campi, donde hay 40 familias y otro en Villa Ritzio con 30 familias.
Otros habitantes se autoevacuaron y se fueron casas de sus familiares en San Nicolás en zonas aledañas, mientras que decenas de personas se quedaron arriba de los techos de sus viviendas para cuidar las pocas cosas que le quedaron y allí aguardan la ayuda, tanto alimentos como ropa y abrigo.
El intendente de San Nicolás, Ismael Passaglia, aseguró que “en 48 horas con las seis bombas que están funcionando, dos aportadas por el municipio y cuatro por la provincia, estimamos poder extraer la totalidad del agua del pueblo. A partir de ahí hay que organizar la ayuda para los que perdieron todo”.
En este sentido, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich destacó: “Están aquí todas las instituciones de seguridad de la Nación y de la provincia, pero primero tenemos que terminar lo antes posible con la extracción del agua para que la gente pueda reconstruir sus hogares”.
Bullrich aseguró que “esta garantizada la cobertura sanitaria, hay en viaje una ambulancia de alta complejidad de Nación. Sabemos que la gente no quiere ir a los centros de evacuados, quiere quedarse en sus casas, pero le pedimos a la población que confíe en nuestro accionar”.
“Estamos dolidos por esta verdadera tragedia, el país esta siendo azotado por varias de ellas en los últimos tiempos y estamos llegando con todos los recursos disponibles, tenemos que trabajar en equipo ante esta tragedia”, agregó la ministra.
Bullrich también le pidió a la gente que aguarda en los techos que tenga “un poco de paciencia y al ver aproximarse esta noche los botes de la provincia de Buenos Aires, saque sus pañuelos para avisar que se detengan y ver si necesitan algo para que nadie se quede sin sus necesidades”.
El intendente Pasagglia detalló: “será necesario hacer una apertura en el terraplén para desagotar la totalidad del agua que esta en todo el pueblo” y agregó: “La Emilia es un pueblo chico y sabemos la situación de las familias, esperamos que el agua se vaya para poder organizar la ayuda especialmente a los que perdieron todo”.
María Rosa Méndez, directora de Acción Social del municipio, aseguró a Télam la gente que se queda en los techos “porque teme que le puedan robar sus pertenencias, aunque igual mucha gente perdió todo, la gente se queda por apego a su lugar”.
En la entrada del pueblo, Gendarmería montó un operativo para que no pueda entrar alguien que no sea de La Emilia , y colabora en el traslado de la ayuda junto a una gran cantidad de vecinos solidarios.
En este aspecto, efectivos consultados expresaron: “Están colapsados respecto a la gran cantidad de ayuda que están recibiendo, mientras que pobladores que residen en San Nicolás ingresan con lanchas al pueblo para ayudar en los traslados y transportar las donaciones a la gente que quedó en los techos”.
Patricio, de 35 años, empleado de una fábrica dijo que “el agua me llegó a la cintura y en mi casa, perdí todo. No entré todavía, subió el agua y lleve a mis hijos a la casa de un familiar en San Nicolás, no quiero entrar a mi vivienda porque lloro”.
El panorama esta noche en el pueblo era observar la totalidad de las calles anegadas, salvo la principal que se llama Leodegario Córdoba, mientras que un trailer del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia llegaba al lugar para montar un centro de operaciones.
El agua bajó en las últimas horas luego que llegara a los dos metros de altura, aunque persiste hasta unos cincuenta centímetros.
Leonela, de 26 años, manifestó: “el lunes pasado al mediodía el agua llegaba hasta la vereda, pero en una hora ya estaba adentro de mi casa y nos llegó hasta la cintura. Le gente tiene miedo que le roben, pero yo ya perdí todo, no tienen nada que robarme”, dijo entre lágrimas.
Hernán, de 45 años, destacó que durmió con su mujer e hijo en el techo y que adentro en su casa “quedó todo flotando, nunca se inundó así, me tuve que quedar arriba del techo.La primera noche no había autoridades, tuvimos que ayudarnos entre los vecinos”.
