Cuenta regresiva para la asunción del nuevo gabinete del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, que tendrá a la cabeza al ingeniero agrónomo Luis Basterra.
Marina Winograd es un reconocido consultor, con vasta trayectoria, en el mercado frutihortícola. Él conoció a un joven Luis Basterra en el año 1989. Por entonces, Basterra se aproximaba a sus 30 años. Winograd y él estaban de viaje, en ómnibus, hacia Resistencia (Chaco) y, por una avería del transporte, quedaron varados doce horas. Así comenzó la cercanía y la amistad que, según le cuenta Winograd a Infocampo, actualmente los encuentra un poco más alejados.
“Cuando nos conocimos había terminado sus estudios en la Universidad Nacional del Nordeste y había sido militante socialista. Pienso, entonces, que como es un hombre con pasado de izquierda tendrá mayores preocupaciones por la equidad social dentro del sector y por el desarrollo de los sectores más postergados”, introduce Winograd, a lo que agrega una reflexión personal: “De ser así, es una cuestión elogiable, pero en Argentina hace 35 años que se hacen políticas para los sectores más postergados y no se avanzó mucho en este sentido”.
Basterra es un hombre que viene del riñón del actual gobernador de Formosa, Gildo Insfran, uno de los pocos -si no el único- que puedo colocar un ministro dentro del gabinete del Alberto Fernández. “En Formosa, Basterra encaró una serie de políticas para el sector provincial que fueron interesantes, alguna de ellas prosperaron más que otras. Se crearon los Centros de Validación de Tecnologías Agropecuarias (Cedeva), el Programa Frutar, la expansión y mejoramiento genético de las razas ganaderas dentro de la provincia, la búsqueda de mayor desarrollo frutícola provincial y también iniciativas acuículas, asociado al pacú”, señala Winograd. Luego de Formosa, Basterra paso por el INTA y recaló en las Cámara de Diputados, espacio que ocupó hasta la actualidad.
Respecto a sus modos políticos, el consultor ve al futuro Ministro como “una persona conciliadora, cordial, pero también con fuertes convicciones políticas. Fue uno de los defensores de la política kirchnerista dura, esa misma que provocó la desaparición de 11 millones de cabezas de ganado, la sojización y el descenso de la superficie de los cereales. Pero que, y otra parte, tampoco se destacó por el desarrollo de las políticas en agricultura familiar, uno de sus bastiones”, esgrime Winograd.
La gestión del gobierno saliente tuvo dificultades para solucionar y entender problemas de las economías regionales, más allá de las Mesas de competitividad que se formaron. “Considero que Basterra es más proclive a entender los problemas de las economías regionales que aquellos planteados por los sectores agropecuarios más importantes”, sostiene el consultor.
En estas Mesas, la nueva cartera tiene una plataforma de trabajo aunque, Winograd sostiene, que se abrirán nuevas mesas y espacios de diálogo asociados a los movimientos sociales, que para Luis Miguel Etchevehere harán muy ajenos.
“Si por la cercanía que tuvimos debiera aconsejarlo a Basterra le diría que es tiempo de dejar de denostar a los ‘agrotóxicos’, la transgenia y pensar cómo usamos el conocimiento para los problemas de la agricultura general”, concluyó.