De cara a una nueva campaña de maíz, desde la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) tomaron la experiencia que dejó una campaña 2023/24 por demás compleja para el cereal y tomaron algunas de las enseñanzas que dejó ese ciclo, enfocados en la provincia de Córdoba y la región del NEA.
En primer término, las regionales del Nodo Oeste de Aapresid dedicaron un espacio para revisar qué enseñanzas dejó la pasada 2023/24 en suelo cordobés.
A pesar de que las condiciones agro climáticas fueron favorables, con precipitaciones moderadas y temperaturas en general estables, la aparición de la chicharrita Dalbulus maidis -vector del complejo del achaparramiento del maíz– complicó el panorama y llegó a ocasionar pérdidas de hasta el 100% en algunas regiones.
LOS RESULTADOS DEL MAÍZ EN CÓRDOBA
El rendimiento promedio de los productores de este nodo se ubicó en torno a los 76 qq/ha, un valor significativamente superior a la media de 58 qq/ha registrada en la campaña 22/23, aunque inferior a los máximos alcanzados en la zona, que fueron de 93 qq/ha durante 2018/19.
Los valores más bajos se concentraron principalmente en el centro de la provincia (Montecristo, Río Segundo y Río Tercero), una región severamente afectada por la combinación de chicharrita y golpes de calor.
En contraste, el sudeste cordobés (Justiniano Posse y Los Surgentes/Inriville) registró los rendimientos máximos, impulsados por las siembras tempranas y condiciones climáticas favorables durante los períodos críticos del cultivo.
Por este motivo, se vieron dos estrategias según cada región. En el centro y sudoeste provincial –Adelia María, Laboulaye, Río IV, Del Campillo y Vicuña Mackenna– donde los ambientes son más limitantes, predominaron los planteos defensivos.
En este caso, hubo retrasos en las fechas de siembra y con menores densidades,con el objetivo de evitar que el maíz estuviera expuesto a las altas temperaturas de los meses de diciembre y enero.
En el sudeste, los planteos estuvieron orientados a maximizar los rendimientos, por lo que se eligieron fechas de siembra tempranas acompañadas por mayores densidades de siembra.
“Estas estrategias fueron determinantes para lograr rendimientos satisfactorios en cada región. La buena planificación permitió a los productores enfrentar de manera efectiva las variabilidades climáticas y optimizar los resultados dentro de los límites del potencial de cada ambiente”, señalaron.
En cuanto a las plagas, desde el Nodo Oeste reconocieron que las malezas fueron el principal desafío durante la 2023-24, superando a los insectos y enfermedades en términos de impacto. Las que impulsaron la aplicación de barbechos cortos -especialmente en los maíces tardíos– incluyeron Rama Negra (Conyza sp.), Yuyo Colorado (Amaranthus sp.) y Sorgo de Alepo (Sorghum halepense).
Por otro lado, los tratamientos postemergentes se centraron principalmente en el control de Yuyo Colorado, Sorgo de Alepo y Eleusine.
🧵HILO – Maíz en Córdoba: ¿Qué estrategia juega en cada región?
Nuestras Regionales del Nodo Oeste repasan las lecciones de la 2023/24 🌽⬇️ pic.twitter.com/7DlMyFavDw
— Aapresid (@aapresid) December 27, 2024
FERTILIZACIÓN DE MAÍZ EN EL NEA
En tanto, la Red de Nutrición de Cultivos del NEA de Aapresid llevó a cabo un relevamiento y analizó cuales son las claves para una nutrición estratégica de nitrógeno en maíz.
De esta manera, al momento de poner en marcha una estrategia de fertilización nitrogenada en maíz para la región, aconsejaron que se debe evaluar el potencial del ambiente, establecer umbrales críticos y ajustar la dosis óptima para maximizar resultados.
El nitrógeno (N) es un nutriente esencial para el cultivo de maíz, especialmente en la región del noreste argentino, donde las condiciones de suelo y clima plantean desafíos particulares.
Refertilización con nitrógeno, un camino para llevar al maíz a mayores rindes
En los últimos años, los rendimientos de maíz en el NEA han crecido significativamente. “Sin embargo, este aumento de productividad también ha generado una mayor demanda de nitrógeno en un contexto donde los suelos, tras años de agricultura, ofrecen cada vez menos este nutriente de forma natural”, advirtieron.
UMBRALES CRÍTICOS DE NITRÓGENO
Un aspecto central del informe es el concepto de umbrales críticos de nitrógeno, que representan el nivel mínimo necesario en el suelo para alcanzar un rendimiento óptimo.
Los valores estimados para el NEA son de 150 kilos de N/ha -sin considerar el aporte del nutriente por mineralización (Nan)- y 298 kilos de N/ha
“Sin embargo, el rendimiento no depende únicamente de la disponibilidad de N, ya que, factores como precipitaciones, temperatura, manejo y condiciones específicas del sitio también juegan un papel crucial”, remarcaron.
A partir de esta afirmación, propusieron ajustar los umbrales críticos según tres ambientes productivos: rendimientos menores a 6.000 kg/ha, rendimientos entre 6.000 y 9.000 kg/ha, y rendimientos superiores a 9.000 kg/ha.
Para estos ambientes, los umbrales críticos de nitrógeno varían entre 138 y 165 kg N/ha considerando solo el nitrógeno disponible (suelo más fertilizante) y entre 275 y 311 kg N/ha al incluir Nan. A medida que aumenta el potencial de rendimiento, los umbrales críticos son más altos.
Otro aspecto que se tuvo en cuenta fue la importancia de variables ambientales y de manejo para determinar el potencial del ambiente. Entre estas, la materia orgánica (MO) resultó ser clave.
De esta manera, en ambientes con altos niveles de MO (entre 2,9% y 4%), se registraron rendimientos superiores a 9.000 kg/ha. A su vez, cada incremento del 1% en MO puede aportar hasta 1.200 kg/ha adicionales.
Por el contrario, los ambientes de bajo rendimiento suelen asociarse con suelos de mayor contenido de arcilla y una mayor cantidad de años de agricultura, lo que afecta negativamente la disponibilidad de nutrientes.
CÓMO CALCULAR LA DOSIS OPTIMA ECONÓMICA
El informe destacó el cálculo de la dosis óptima económica (DOE), que permite ajustar la fertilización según la relación de precios entre maíz y fertilizante nitrogenado.
A partir del uso de herramientas como la aplicación web DONMaiz, se determinaron valores de DOE ajustados para ambientes de bajo, medio y alto rendimiento.
En condiciones de bajo rendimiento, la DOE fue de 50 kg N/ha, mientras que para rendimientos medios y altos fue de 59 y 77 kg N/ha, respectivamente.
Para calcular la dosis, los productores deben realizar un análisis de suelo previo a la siembra, consultar los valores de disponibilidad óptima económica presentados en el informe y ajustar las recomendaciones, según la relación de precios específica de cada lote y campaña.