Existen una serie de nutrientes que son considerados “esenciales” para que las plantas completen correctamente su ciclo de vida. Por lo tanto, la deficiencia o falta de alguno de estos elementos puede repercutir negativamente en tus plantas.
¿Cuáles son los más importantes?
Seguramente muchas veces escuchaste hablar de los “macro” y “micro” nutrientes. Ambos son igualmente necesarios para cumplir con las necesidades biológicas del vegetal y el nombre sólo es sinónimo de la cantidad que necesita la planta para vivir.
MACRONUTRIENTES: nitrógeno, potasio, magnesio, fósforo, calcio, azufre.
MICRONUTRIENTES: hierro, boro, manganeso, zinc, cobre.
¿Cómo identifico cuáles les faltan a mis plantas?
Déficit de nitrógeno (N): genera que las hojas, sobre todo las adultas, se pongan amarillentas casi en su totalidad (Clorosis).
Déficit de fósforo (P): produce una pigmentación violácea en las hojas.
Déficit de potasio (K): provoca la muerte de los bordes y las puntas de las hojas (Necrosis).
Déficit de magnesio (Mg): la falta de éste nutriente puede provocar tanto manchas amarillas en la hoja adulta, como la muerte de porciones de la misma, pero cabe destacar que las “venas” de la hoja siempre estarán verdes (Clorosis y necrosis intervenal).
Déficit de calcio (Ca): produce la muerte o el amarillamiento de las hojas jóvenes, es decir, las que recién comienzan a salir. También provoca el característico ennegrecimiento de los tomates.
Déficit de azufre (S): genera tanto la coloración amarillenta de hojas jóvenes como adultas.
Déficit de hierro (Fe): la deficiencia de hierro provoca que las hojas jóvenes y los ápices se pongan amarillos.
Déficit de manganeso (Mn): expresa los mismos síntomas que el magnesio, solo que también puede estar presente en hojas jóvenes.
Entonces, si mis plantas poseen déficit de algún nutriente ¿debo aplicarle la mayor cantidad de fertilizante posible?
No. Debería realizarse un análisis más riguroso para saber cuánto “le falta” de un nutriente a la planta y aplicarlo en las condiciones adecuadas.
Es importante la fertilización adecuada de los nutrientes ya que el exceso de éstos produce toxicidad en las plantas y una pérdida económica innecesaria.