Si bien la adopción de tecnologías y el mayor uso de insumos de los últimos años permitió aumentar los rendimientos, estudios mundiales indican que, a su vez, descendió la biodiversidad en los diferentes agro-ecosistemas.
Por eso, las empresas buscan avanzar en la implementación de paisajes multifuncionales que promuevan la biodiversidad y mejoren así el hábitat de polinizadores, lo que permitirá alcanzar una agricultura más sustentable y con mayores rendimientos.
Tal es el caso de Syngenta, que mediante su programa Operation Pollinator trabaja con productores de todo el mundo para preservar espacios de sus campos.
En esta oportunidad, Infocampo recorrió junto a la firma el campo El Manantial, en La Carlota, Córdoba, que pertenece a AGD, donde ya se desarrollan las prácticas con el apoyo del Conicet y la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA).
Es que en Argentina, principalmente en la región pampeana, los paisajes rurales se homogeneizaron y se perdieron hábitats para la vida silvestre, debido al reemplazo de las pasturas por los cultivos anuales.
Según un estudio que Syngenta, Conicet y la FAUBA elaboraron en conjunto, los sistemas biológicos menos diversos son menos estables y duraderos en el tiempo, y es por eso que dieron a conocer una guía para que los productores se conviertan en custodios de los paisajes rurales con un manejo efectivo de refugios.
Campo El Manantial, en La Carlota, Córdoba
Paso a paso
La instalación de refugios
En primer lugar, la guía, que forma parte de The Good Growth Plan, estableció cinco posibles ubicaciones para los refugios de biodiversidad en campos agrícolas, que son:
- Franjas junto a los márgenes de los lotes: en el caso de alambrados, la función será percha de aves, y se aconseja mantenerlos, dado que aunque no se usen contribuyen a generar refugios.
- Esquinas de los lotes: las funciones están vinculadas con la generación de anidamiento, la oferta floral y el hábitat, por lo que se aconseja el corte y evitar la deriva de productos.
- Bordes de cursos de agua: son corredores para la vida silvestre, la oferta floral y el hábitat. Aquí, habrá que hacer corte, disqueado de suelo y aplicación de herbicidas. En tanto, habrá que tener precaución por el establecimiento espontáneo de leñosas invasoras como el ligustro y acacia, y evitar la deriva de productos. En casos de ríos y arroyos, habrá que mantenerlos limpios y usar filtros entre lotes. En tanto, en el caso de espejos de agua se podrá observar una vegetación diferencial de las áreas cultivadas.
- Casco y bosque: promueven la oferta floral y el hábitat, y se recomienda eliminar leñoas invasoras y tener precaución ante la posible invasión de otros árboles, ligustro y acacia.
Cabe destacar que en espacios ubicados en los márgenes de lotes junto a alambrados o a lo largo de caminos internos es posible delimitar franjas de vegetación espontánea de 6 m de ancho por 30 m de largo como mínimo. Es conveniente que no estén ubicadas junto a campos vecinos para evitar daños por la deriva de herbicidas e insecticidas.
Para comenzar, habrá que hacerlo preferentemente entre el final del verano y mediados del otoño, antes de que ocurra la primera helada, aunque puede iniciarse en cualquier momento del año.
Los refugios que Infocampo visitó junto a Syngenta, AGD y Conicet
Cómo instalarlos
- Elección del área: decidir qué área será refugio e interrumpir la aplicación de productos fitosanitarios. Los fertilizantes promueven el crecimiento de plantas dominantes, muchas de las cuales son malezas de cultivos que pueden suprimir el crecimiento de las hierbas con flores visitadas por insectos.
- Manejo según la vegetación: si la predominante es de pastos perennes y especies anuales, se recomienda hacer corte de 15 a 20 cm del suelo para disminuir la cobertura de pastos. Si es de pastos perennes y poca abundancia de malezas, habrá que hacer corte y extracción manual de malezas/leñosas. Por último, si predominan pastos y muchas malezas, se aconseja corte y herbicida.
- Dejar que la vegetación crezca: a lo largo del año crecerán hierbas que eran dominadas por pastos perennes.
- Cercar los refugios: para evitar el tránsito de vehículos y acceso del ganado, que puede tener efectos negativos sobre la biodiversidad, como el pastoreo selectivo de hierbas con flores y el pisoteo. Recomiendan instalar un alambrado eléctrico.
Julio Priotti, de AGD y Leonardo Galetto, de Conicet
Cómo hacer el manejo
- Vegetación: si dominan plantas que producen flores y atraen polinizadores, como cardos, tréboles o crucíferas, no cortar, sólo clausurar el espacio. Si hiciera falta, las especies no deseadas se pueden eliminar en forma manual.
- Corte: solo utilizar maquinaria que se adecúe al espacio, como desmalezadoras o motoguadañas a fines del verano o principios del otoño.
- Herbicidas: aplicar en verano y otoño sólo si es necesario en malezas como leñosas o festuca.
- Pasada de vacas: una vez por año o menos, nunca en invierno. Puede promover la floración post disturbio.
- Disco: muy poco, y cortando la vegetación no muy en profundo.
- Fertilizantes e insecticidas: no se recomiendan.
Vicia y centeno
Cómo mantenerlos
- Evaluación: a fines del verano o principios del otoño del año siguiente, hacer una evaluación de la vegetación que creció en el refugio al igual que se hizo al establecerlo. Recién ahí, decidir las acciones a seguir, como eliminar leñosas o malezas manualmente.
- Corte: es para mantener baja la cobertura de pastos perennes, hierbas y leñosas, con el fin de permitir el crecimiento de hierbas con flores que atraigan a polinizadores.
- Monitoreo: si es frecuente, evitará el establecimiento de malezas y plantas leñosas. Si aparecen plantas no deseadas, quitarlas en forma manual, y si tienen semillas, sacarlas del refugio para que no se propaguen.
Guillermo Delgado, Jefe de custodia de producto Syngenta
