El período siembra-germinación- emergencia del cultivo de soja expone a las semillas y a las bacterias del inoculante a una serie de condiciones estresantes que pueden resumirse en tres puntos:
1) Presencia de patógenos sobre la semilla que afectan su poder germinativo y que al ser sembradas desencadenan diferentes procesos de ataque que terminan afectando el stand de plantas.
2) Presencia de patógenos de suelo que atacan a la semilla en el suelo especialmente en condiciones de implantación temprana, con cama de siembra fría y húmeda.
3) Presencia de flora de rizobios en el suelo de alta capacidad de infección pero muy baja eficiencia de fijación biológica del nitrógeno atmosférico.
Este cuadro de situación hace necesario preservar, en primer lugar, a las semillas para lograr un adecuado stand de plantas del cultivo, pero al mismo tiempo asegurar una adecua- da infección de la raíz principal de las plántulas.
Esta infección deberá ser con bacterias de Bradyrhizobium japonicum, especialmente seleccionadas por su alta capacidad de fijar el nitrógeno del aire y su alta concentración bacteriana a los efectos de lograr más y mejor FBN (Fijación Biológica de Nitrógeno).
Consecuentemente la pregunta a responder es: ¿cómo lograr el objetivo de mayor stand de plantas, mejor estado sanitario del cultivo y mayor fijación biológica de nitrógeno?
La respuesta no es simple sino compleja, ya que requiere de la implementación de una tecnología de alto impacto productivo que contemple, en primer lugar, el empleo de un fungicida de amplio espectro que controle simultáneamente las enfermedades de la semilla y del suelo, pero que a su vez sea altamente amigable y compatible con las cepas de Bradyrhizobium japonicum del inoculante.
También hay que inocular con bacterias especialmente seleccionadas, localizadas y protegidas con protectores bacterianos específicos que provean adherencia, nutrición y humectación a las bacterias sobre las semillas.
Por último, corroborar bajo condiciones de laboratorio y campo el impacto de ambos efectos (protección integral de la semilla y alta FBN) sobre el stand de plantas, bacterias, la nodulación y el rendimiento en grano de los cultivos.
Los beneficios del empleo de terápicos de semillas y de inoculantes bacterianos son claros y están fue-ra de discusión. La tecnología que reúne Prepack Max, de Rizobacter Argentina, puede asegurar un máximo control de patógenos de semillas y de suelo, máxima concentración y supervivencia bacteriana, máxima compatibilidad bacteria-terápico de semillas.
Consecuentemente, adoptando a los sistemas de producción tecnología que combina con eficiencia la acción de inoculante, protector y curasemilla se puede llegar a un máximo potencial productivo para el cultivo de soja.