Cultivar ortiga en casa puede ser una experiencia gratificante, tanto para jardineros novatos como experimentados.
No solo es una planta resistente que crece en diversas condiciones, sino que también ofrece numerosos beneficios, desde usos culinarios hasta propiedades medicinales.
A continuación, una guía detallada con 5 pasos claves para tener éxito en el cultivo de ortiga, en un jardín o incluso solo una maceta
1) PREPARACIÓN DEL SUELO Y ELECCIÓN DEL LUGAR PARA LA ORTIGA
La ortiga prefiere suelos ricos en nutrientes, ligeramente húmedos y con buen drenaje.
Para obtener los mejores resultados:
- Selección del lugar: busca un área que reciba luz solar parcial o sombra ligera. La ortiga puede tolerar el sol directo, pero le va mejor en lugares con algo de sombra, especialmente en climas cálidos.
- Preparación del suelo: antes de plantar, enriquece el suelo con compost o materia orgánica. Esto no solo mejorará la fertilidad del suelo, sino que también ayudará a retener la humedad, lo cual es crucial para el crecimiento de la ortiga.
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2) SIEMBRA DE LA ORTIGA
Puedes comenzar tu cultivo a partir de semillas o esquejes, dependiendo de lo que tengas disponible:
Desde semillas:
- Germinación: las semillas de ortiga pueden germinar mejor si se estratifican previamente. Colócalas en el refrigerador durante unas semanas antes de sembrar.
- Siembra: implanta las semillas superficialmente en el suelo preparado, cubriéndolas ligeramente con tierra. Mantén el área húmeda para favorecer la germinación.
- Riego: durante la germinación, es vital mantener la humedad constante sin encharcar. Una vez que las plántulas emergen, puedes reducir ligeramente el riego.
Desde esquejes:
- Corte y plantación: toma esquejes de una planta madura de ortiga, asegurándote de incluir al menos un par de nudos. Planta los esquejes directamente en el suelo, cubriendo bien los nudos con tierra.
- Cuidados iniciales: mantén los esquejes húmedos y a la sombra hasta que muestren signos de crecimiento.
3) CUIDADOS DURANTE EL CRECIMIENTO DE LA ORTIGA
La ortiga es una planta bastante autosuficiente, pero estos cuidados ayudarán a asegurar un crecimiento vigoroso:
- Riego: asegúrate de que la planta reciba agua regularmente, especialmente durante períodos secos. La ortiga no tolera bien la sequía, por lo que es esencial mantener el suelo húmedo, pero sin encharcar.
- Fertilización: aunque no es estrictamente necesario, puedes añadir compost o fertilizante orgánico una o dos veces durante la temporada de crecimiento para potenciar el desarrollo.
- Control de malezas: la ortiga compite bien con las malezas, pero es recomendable mantener la zona alrededor de la planta libre de estas para reducir la competencia por nutrientes.
4) COSECHA DE LA ORTIGA
La ortiga está lista para ser cosechada cuando las hojas están completamente desarrolladas.
Pero antes de que la planta florezca:
- Equipo: usa guantes gruesos y mangas largas para evitar el contacto directo con las hojas, ya que pueden causar irritación en la piel.
- Método de cosecha: corta las hojas con tijeras de podar, dejando al menos un tercio de la planta intacta para que pueda seguir creciendo.
- Almacenamiento: las hojas frescas pueden ser utilizadas de inmediato o secadas en un lugar oscuro y ventilado para su uso posterior.
5) USOS DE LA ORTIGA RECOGIDA
La ortiga tiene múltiples usos que puedes aprovechar una vez cosechada:
- Culinario: las hojas jóvenes son ideales para infusiones, sopas, y como sustituto de espinacas en recetas.
- Fertilizante natural: prepara un purín de ortiga para enriquecer el suelo de tu jardín, aportando nutrientes esenciales.