El acto de comer insectos es mucho más beneficioso de lo que cree la mayoría de la sociedad. La práctica se llama entomofagia y se lleva a cabo en muchos países de todo el mundo, principalmente en regiones de Asia, África y América Latina. La ingesta de bichos complementa la dieta de aproximadamente 2.000 millones de personas, y se trata de un hábito que siempre estuvo presente en la conducta alimentaria de los seres humanos.
Un artículo de la FAO sostiene que el uso de insectos como alimento y para la fabricación de piensos aporta un buen número de beneficios de carácter ambiental, sanitario y para los medios sociales y de vida.
¿Qué insectos son comestibles?
Según datos de la FAO, en todo el mundo se consumen más de 1.900 especies de insectos comestibles. Sin embargo, esta cifra sigue aumentando a medida que se llevan a cabo más estudios sobre esta cuestión.
La mayoría de estas especies conocidas se recogen directamente del medio natural. No obstante, los datos disponibles sobre las cantidades de insectos consumidos en todo el mundo son escasos.
De acuerdo a las cifras actuales, los insectos más consumidos son los escarabajos (coleópteros) (31%), las orugas (lepidópteros) (18%) y las abejas, avispas y hormigas (himenópteros) (14%). Les siguen los saltamontes, las langostas y los grillos (ortópteros) (13%), las cigarras, los fulgoromorfos y saltahojas, las cochinillas y las chinches (hemípteros) (10%), las termitas (isópteros) (3%), las libélulas (odonatos) (3%), las moscas (dípteros) (2%) y otros órdenes (5%).
Las ventajas ambientales
- Los insectos son muy eficientes en la conversión de alimentos por ser especies de sangre fría. Por término medio, pueden convertir 2 kg de alimento en 1 kg de masa de insecto, mientras que el ganado requiere 8 kg de alimento para producir 1 kg aumento de peso corporal.
- Los gases de efecto invernadero producidos por la mayoría de los insectos son probablemente inferiores a los del ganado convencional. Los cerdos, por ejemplo, producen entre 10 y 100 veces más gases de efecto invernadero por kilogramo de peso.
- Los insectos pueden alimentarse de residuos biológicos como residuos alimentarios o de origen humano, abono y estiércol, y pueden transformar estos residuos en proteínas de alta calidad, que a su vez pueden utilizarse como piensos.
- Los insectos utilizan mucha menos agua que el ganado tradicional. Los gusanos de la harina, por ejemplo, son más resistentes a las sequías que el ganado.
Los beneficios para la salud
El contenido nutricional de los insectos depende de su etapa de vida (etapa metamórfica), su hábitat y su dieta. No obstante, tal como explica la FAO, se acepta ampliamente que:
- Los insectos proporcionan proteínas y nutrientes de alta calidad en comparación con la carne y el pescado. Los insectos son especialmente importantes como complemento alimenticio para los niños desnutridos porque la mayor parte de las especies de insectos contienen niveles elevados de ácidos grasos (comparables con el pescado). También son ricos en fibra y micronutrientes como cobre, hierro, magnesio, fósforo, manganeso, selenio y cinc.
- Los insectos plantean un riesgo reducido de transmisión de enfermedades zoonóticas (enfermedades que se transmiten de los animales a los humanos) como la H1N1 (gripe aviar) y la EEB (enfermedad de las vacas locas).
- La cría y la recolección de insectos pueden ofrecer importantes estrategias de diversificación de los medios de vida. Los insectos pueden recogerse directamente del medio de manera sencilla. Apenas se necesitan medios técnicos o inversiones importantes para adquirir equipos básicos de cría y recolección.
- Los miembros más pobres de la sociedad, como las mujeres y las personas sin tierra de las zonas urbanas y rurales pueden encargarse de recoger los insectos directamente del medio, de cultivarlos, procesarlos y venderlos.