Un operativo de control y prevención realizado por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) reveló detalles de los refugios donde se agrupan los murciélagos hematófagos, que transmiten rabia paresiante.
En un recorrido por Salta y Jujuy, los profesionales del Senasa visitaron las colonias de vampiros de las localidades de Palpalá, Puesto Viejo, El Acheral, Palma Sola y Laguna de Tesorero, una comunidad indígena en la que se estudió el reciente brote de la enfermedad.
Uno de los casos más destacados de Jujuy fue el de la finca María Auxiliadora, en El Acheral, donde se halló una colonia en la que vivían más de 100 vampiros. Allí, el equipo capturó animales que tratará y/o enviará al laboratorio del organismo para estudiarlos.
Otro hallazgo en la misma provincia se produjo en el establecimiento El Guayacán, en Palma Sola, que tenía un refugio adentro de un árbol palo borracho o yuchán, localizado a 7 kilómetros de las viviendas. Los profesionales caminaron a pie por el monte hasta que los encontraron y los capturaron para la investigación.
A su vez, en Puesto Viejo, también en Jujuy, utilizaron redes especiales para atrapar ejemplares, tras atender varias denuncias de posibles abrigos de vampiros.
Prevención y control
Los trabajos se realizaron con la conducción de Gabriel Russo, responsable del Programa de Rabia del Senasa, y con la labor del integrante del equipo de Combate al Vampiro, Nicolás Molina y el supervisor provincial de Jujuy, Diego Lizarraga.
Para reforzar el control y la prevención no solo se hicieron recorridas, también hubo capacitaciones para productores, alumnos de escuelas, comunidades y veterinarios. Además, se llevaron a cabo acciones en la Escuela Agrotécnica Martín Miguel de Güemes, en Salta, y en el Centro Integrador Comunitario de Palma Sola.
Cabe destacar que la rabia paresiante es una enfermedad epidémica, regional, focal y recurrente, causada por el virus rábico transmitido por el vampiro común Desmodus rotundus, que afecta principalmente a los bovinos y a los equinos, y con menor frecuencia a otras especies domésticas, a las personas y a algunos animales silvestres.
El Senasa recordó que es importante “evitar el contacto con animales muertos o con sintomatología nerviosa y dar aviso inmediato sobre esta situación a la oficina del organismo más cercana”.
En caso de detectar madrigueras o cuevas con presencia de vampiros, se debe informar para que la autoridad sanitaria intervenga de manera adecuada.
