Diego Cifarelli, presidente de la Industria Molinera Argentina (FAIM), aseguró hoy que el sector “mejoró mucho en calidad”, aunque reconoció que “todavía hay un déficit”. Lo hizo en el marco de la celebración del Día de la Exportación, que se realizó en el Hotel Four Seasons de la Ciudad de Buenos Aires.
“Hemos mejorado mucho en calidad. De un año a otro la base subió bastante, aunque todavía tenemos un déficit para poder fabricar la harina que necesitan países que son muy buenos compradores pero que son bastante exigentes. Creo que en función de los precios internacionales y los locales, va a ser un aliciente para el productor a seguir incorporando tecnología, que le da una cosecha interesante”, señaló Cifarelli en declaraciones a Infocampo.
En ese sentido, contó que “la molinería este año ha pagado lo que ha pedido el productor haciendo la diferenciación en calidad como se hacía en otro momento, obviamente que no fue la del año pasado, cuando había extremos entre buenos y malos. Este año se respetó un diferencial de precios en el orden del 5% al 10%, que es el histórico, pero sobre un valor que estuvo dentro de la razonabilidad del mundo”. Por eso, remarcó que “debemos seguir trabajando en calidad para que los molinos puedan no tener una barrera en los mercados a conquistar”.
“México es una industria molinera fuerte”, dijo ante la consulta por la posible apertura de ese mercado. “No obstante, creemos que hay espacio para todos. Tenemos mucha esperanza en otros destinos. Hace una semana estuvimos acompañando al Gobierno en todo lo que fue la gira en Costa Rica y Panamá, y en los próximos días estaremos yendo a Nigeria y a Kenia. Me parece que se está haciendo el trabajo que hay que hacer, que es ir a buscar los mercados, no esperar que los mercados vengan a nosotros. Tenemos un gran potencial. La industria molinera ha demostrado que con muy poquito tracciona inmediatamente y ha aumentado en 40% las exportaciones en volumen de un año a otro, con lo cual es interesante para nosotros y para los empresarios, más allá de la discusión de si son negocios muy rentables o no. Estamos hablando de la apertura de mercados, que hasta este momento están adormecidos porque el crecimiento de las exportaciones de la harina están basadas en Brasil y Bolivia, pero estamos convencidos de que el Estado nos acompañará para poder abrir otros mercados, algo para lo que necesitamos ser más competitivos”, se explayó.
En ese sentido, el directivo analizó que “cuando México vino a la Argentina, estaba con la incertidumbre por la incorporación del nuevo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump”.
“Me parece que quisieron observar que nuestro país es una opción al reemplazo de muchas de las importaciones que hacen desde los Estados Unidos, y las primeras negociaciones demuestran eso”, finalizó.
