Luego de que un equipo de científicos chinos cultivara con éxito una planta de algodón en la superficie lunar, otro grupo de investigadores demostró que también será posible cultivar alimentos y plantas en el planeta Marte.
“Un asentamiento humano permanente en la Luna o en Marte se está volviendo más realista”, aseguraron el Dr. Wieger Wamelink y sus colegas de la Universidad de Wageningen, Países Bajos.
“Uno de los principales problemas será garantizar la disponibilidad y seguridad de los alimentos. Los alimentos pueden y serán llevados, pero para un asentamiento permanente, la producción de cultivos en Marte o la Luna para complementar o incluso abastecer la demanda total de alimentos podría ser una necesidad”, explicaron los especialistas.
Para satisfacer esta necesidad de alimentos cultivados fuera del planeta, el equipo analizó si los cultivos podían desarrollarse en suelos similares a los encontrados en la superficie de la Luna o en Marte.
Como las muestras reales de material lunar son muy raras, y no hay muestras de suelo marciano en la Tierra, para los experimentos los científicos utilizaron dos suelos simulados creados por la NASA, que tienen propiedades similares a lo que se podría encontrar en Marte y la Luna. Luego compararon varios cultivos para ver qué tan bien crecieron en el regolito simulado en comparación con el suelo terrestre normal.
Para ver qué alimentos crecieron mejor, el experimento probó una variedad de cultivos comestibles: berro de jardín, rúcula, tomate, rábano, centeno, quinua, espinacas, cebolla, guisantes y puerro.
Además de los beneficios para la salud de estas plantas, los científicos también consideraron qué alimentos tendrán un mejor sabor y serían considerados agradables por los astronautas.
“Puerro, rábano, rúcula y cebolla fueron seleccionados por su sabor. Los astronautas de la ISS a menudo se quejan del sabor de sus alimentos y, por lo tanto, los cultivos con mayor condimento pueden ser una buena adición a su dieta”, expresaron los autores del experimento.
Con la excepción de las espinacas, que no crecieron bien, las otras nueve plantas pudieron crecer incluso en el suelo pobre en nutrientes. Los investigadores también pudieron cosechar semillas de rábanos, berros y centeno, lo cual es importante ya que la germinación es clave para el cultivo a largo plazo. Esto significa que es posible cultivar plantas comestibles lejos de la Tierra, lo que nos acerca a la posibilidad de construir una base sostenible fuera del mundo.
“Nos emocionamos cuando vimos que los primeros tomates que crecían en el simulador de suelo de Marte se volvieron rojos”, dijo el Dr. Wamelink. “Esto significa que se había dado el siguiente paso hacia un ecosistema agrícola cerrado sostenible”.