La carne roja es uno de los alimentos predilectos en el país. Siendo prácticamente infaltable en la mesa de las mayoría de los argentinos, la variedad de cortes y de menús elaborados a partir de ella, la convierten en un elemento casi siempre presente en cada almuerzo o cena, según publica Infobae.
En cuanto a los beneficios, los especialistas la recomiendan en distintos tipos de dieta por los nutrientes vitales que aportan. Aún así, su consumo debe ser moderado, ya que comer en gran cantidad puede ocasionar la diverticulitis, una forma muy habitual de inflamación del intestino.
Un estudio a cargo de varios científicos, la mayoría de ellos de Harvard, llegó a esta conclusión tras analizar los antecedentes de 46.461 personas. La diverticulosis es una enfermedad caracterizada por la aparición de vejigas y bolsas denominadas ‘divertículos’ en las paredes del tracto intestinal, muy especialmente en el colon.
Tomando como base los datos de una investigación epodemiológica en Estados Unidos, los especialistas revelaron una prevalencia de un 58 por ciento mayor entre quienes consumieron más carne comparado con el otro grupo de control, que incluían con más frecuencia otras opciones como pollo o pescado. Durante cuatro años los participantes respondieron a preguntas sobre sus hábitos alimenticios.
De acuerdo a los resultados, publicados en la revista médica especializada Gut -que depende de la British Medical Journal (BMJ)-, 764 hombres desarrollaron la patología. Sin embargo, los cuestionamientos surgieron porque los mismos también fumaban más que la media, practicaban menos deporte y recurrían más veces a los antiinflamatorios y analgésicos.
La hipótesis principal que manejan los expertos en cuanto a la aparición de la diverticulitis es que el consumo elevado de carnes rojas podría perturbar el equilibrio de las bacterias que habitan en el intestino. A la vez que señalaron que la enfermedad es un mal relativamente corriente que en el 4 por ciento de los casos puede tener consecuencias graves, como abscesos, estenosis, peritonitis, perforación del intestino o fístula.
Andrew Chan, médico del Hospital General de Massachusetts (Boston) y líder de la investigación, afirmó que los hallazgos “pueden ser tomados como un consejo dietético práctico para las personas en riesgo de diverticulitis, una enfermedad común con un enorme impacto clínico y económico”.