Según un comunicado publicado por el Partido Comunista de China (PCCh), 181 funcionarios de las regiones de Liaoning (noreste), 14 de Anhui (este) y 28 de Hunan (centro), han sido sancionados con deméritos, advertencias o despidos, según EFE.
Indicaron que el proceso se llevó a cabo tras una investigación del Consejo de Estado, el cual descubrió que en estas tres provincias (que concentran el mayor número de casos en China) algunos funcionarios habían ignorado órdenes y prohibiciones y no habían cumplido con sus obligaciones.
Por ejemplo en Liaoning, provincia donde se detectó el primer caso del brote, algunos trabajadores públicos postergaron la aplicación de medidas preventivas o incluso ocultaron información deliberadamente.
Recordemos que la peste porcina africana es de alta mortalidad entre cerdos y jabalíes, y la tasa puede alcanzar a 100%, según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) pero de todas formas, es inofensiva para humanos y otros animales.
Hay que destacar que el cerdo es una de las principales fuentes de alimentación de China, donde miles de productores y consumidores depende de estos ejemplares.
Este brote, declarado el pasado 3 de agosto, supuso una contracción del negocio cárnico debido a las restricciones impuestas. De hecho, algunas regiones como Sichuan (centro) han prohibido la importación de carne fresca de cerdo para evitar que se extienda la enfermedad.
A fines de noviembre de 2018, las autoridades revelaron que la enfermedad había obligado a sacrificar a unos 600.000 cerdos, número que probablemente haya aumentado desde entonces ya que se han seguido registrando casos en diferentes partes del país.