El gobierno de China aprobó un proyecto millonario para producir lluvias artificiales, mediante el lanzamiento de cohetes con distintos químicos a la atmósfera, para palear la sequía en casi el 10% de su territorio.
El objetivo es “sembrar nubes” en los cielos para generar las condiciones necesarias para que produzcan las lluvias en un área de 960.000 km2, que abarca las provincias de Gansu, Qinghai, Ningxia y Xinjiang, ubicadas en el noroeste del país, que son las más desérticas del país.
La Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma desembolsará 1.150 millones de yuanes en la construcción de cuatro aviones, la puesta a punto de otros ocho y el desarrollo de 897 sistemas de lanzamiento de cohetes y 1.850 dispositivos de control.
El sistema para producir las lluvias consiste en el lanzamiento de yoduro de plata, sal o el hielo seco al cielo mediante cohetes o aviones, las cuales provocan una reacción química que acelera la liberación de hidrógeno, que se conecta al oxígeno, y produce el agua que cae en forma de lluvia.
No es la primera vez que el gigante asiático impulsa la modificación del clima a través de dispositivos tecnológicos. Para los Juegos Olímpicos de 2008 en Pekín disparó 1.100 cohetes con yoduro de plata para limpiar los cielos y en 2009, 18 aviones del Ejército Popular de Liberación volaron sobre la ciudad y forzaron precipitaciones el día previo al desfile conmemorativo del 60º aniversario de la fundación de la República Popular de China.
La Administración Meteorológica de China determinó que las precipitaciones de agua y nieve podrían aumentar si se hicieran las inversiones propuestas y aseguró que tiene un plan en desarrollo para modificar el clima hasta 2020.
La creación de lluvias artificiales es otro método para limpiar el aire afectado por la contaminación, un problema que amenaza a las grandes ciudades de china, aseguraron desde la Administración Meteorológica.