Las primeras alarmas se encendieron en septiembre del año pasado: en aquel entonces, Infocampo anticipó que en el Noreste argentino (NEA), puntualmente en zonas de Santiago del Estero, Chaco y Corrientes, advertían una presencia inusual de una plaga conocida como la Chicharrita del maíz (Dalbulus maidis).
Se trata de una especie que es vector de una enfermedad conocida como Spiroplasma y que causa el mal denominado “achaparramiento del maíz”, y que provoca graves pérdidas en los rendimientos.
Pero en esa región del país es normal que esté presente: la sequía, según los técnicos, elevó la población, pero no se trata de un insecto con el que normalmente no tengan que lidiar.
El problema es que, de la mano de los fuertes calores que ocurrieron durante el verano, la Chicharrita del maíz se trasladó como nunca hacia el sur y se posicionó sobre el núcleo maicero del centro del país, lo que hoy representa un grave riesgo para la producción del cereal en Argentina.
El dilema de los productores ante la expansión de la Chicharrita del maíz: ¿cosecharlo o picarlo?
LA CHICHARRITA DEL MAÍZ, SIN CONTROL
A principios de febrero, fue la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) la que encendió las alarmas sobre la llegada de esta plaga a la zona núcleo.
Luego, un informe del INTA Marcos Juárez reveló que la presencia de estos insectos en la principal región productiva del país es la más grande en más de 10 años.
Crecen las alertas por el “inédito ataque” de la chicharrita del maíz: las recomendaciones del INTA
A tal punto escaló la cuestión que sucedió lo que todos temían y era inevitable: en su último Panorama Agrícola Semanal (PAS), la Bolsa de Cereales de Buenos Aires redujo su proyección de cosecha de maíz de 56,5 millones de toneladas a 54 millones, y señaló como uno de los factores claves de este ajuste al impacto de la Chicharrita y los casos de Spiroplasma en lotes maiceros.
Por estas horas, de hecho, pululan los reportes al respecto, como los que se copian a continuación del fitopatólogo Roberto “Tino” de Rossi y del INTA Huinca Renancó.
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EL MAPA DE LA CHICHARRITA DEL MAÍZ
La preocupación es tal, que la Bolsa porteña le dedicó un informe especial en el que elaboró una suerte de radiografía o mapa de la presencia de la Chicharrita del maíz a nivel nacional.
“Desde el mes de diciembre, se ha observado un incremento significativo en la presencia de la chicharrita de maíz (Dalbulus maidis) en las regiones agrícolas del centro y norte de Argentina. Este insecto transmite de manera persistente y propagativa la bacteria Spiroplasma kunkelii, causante de una enfermedad que ha mostrado una incidencia recurrente en el norte del país y en el sur de Brasil”, remarca el reporte.
Y agrega: “Diversos factores han contribuido a este aumento repentino del vector, entre los cuales se destacan la disminución de la frecuencia de heladas durante los últimos inviernos, el escalonamiento de las fechas de siembra, el aumento de la proporción de siembras tardías y el control deficiente de las plantas hospederas (plantas guachas)”.
De acuerdo con los relevamientos de esta entidad, el centro de Santa Fe, el nordeste de Córdoba y el oeste de Entre Ríos son las zonas donde se observaron picos de severidad de la enfermedad. Sin embargo, también hay territorios como el centro-norte de Santa Fe, donde repentinamente hubo una baja de 10 puntos porcentuales en la condición entre normal y excelente de los planteos tardíos, debido en gran parte a esta enfermedad.
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— Bolsa de Cereales ETyM (@BolsadeC_ETyM) March 19, 2024
Esto último es un aspecto clave: como en los últimos años han crecido las siembras tardías, algo que se consolidó en el presente ciclo por la demora que tuvieron las lluvias en aparecer, el momento del pico poblacional del vector dado principalmente por las altas temperaturas del verano ocurrió justo cuando una mayor proporción del cultivo se encuentra todavía en etapas vegetativas, que es justo el momento más susceptible al ataque del insecto y, por ende, a la enfermedad.
Así, el relevamiento de la Bolsa de Buenos Aires indica que unos 27 departamentos ubicados en Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba, Santiago del Estero, Salta y Tucumán reportan presencia del vector. No obstante, en los departamentos del centro de la provincia de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos (San Cristóbal, Castellanos, General Obligado, San Justo y Paraná) la preocupación crece debido a que en años anteriores la plaga no se encontraba en tan altas proporciones como esta campaña.
“Aquí, se estima que la superficie potencial con algún daño significativo podría ascender a 360 mil hectáreas. No obstante, el daño real se evaluará a posteriori con los rendimientos obtenidos a cosecha”, completa el documento.
LOS DAÑOS DE LA CHICHARRITA DEL MAÍZ
Según la Bolsa porteña, el impacto de esta enfermedad en la productividad de los cultivos podría ser muy significativo.
“La infección por Spiroplasma kunkelii puede provocar síntomas como el enanismo del maíz, clorosis en los bordes de hojas jóvenes y manchas rojizas en las hojas adultas. Las flores masculinas generalmente quedan imposibilitadas de producir polen, dependiendo del momento en el que se produjo la infección. En cuanto a la floración femenina, las plantas pueden quedar completamente estériles y generar múltiples mazorcas sin granos cuajados”, explica el informe.
Y cita un estudio realizado en Tucumán en el que determinaron que la enfermedad disminuye en promedio en un 70 % la producción, con rangos entre 50 y 90 %. Además, afecta la calidad de los granos, lo que genera mermas en el valor de la cosecha obtenida.
¿CÓMO MONITOREAR Y FRENAR LA CHICHARRITA DEL MAÍZ?
En este marco, también los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA) se ocuparon de esta cuestión y emitieron un informe en el que señalan que la clave es “mantener a raya la densidad poblacional” de esta plaga.
“El problema del Spiroplasma dejó de ser regional para pasar a ser nacional”, advirtió el investigador Alejandro Vera de la Estación Experimental Obispo Colombres (EEAOC) durante una jornada en formato virtual sobre la Chicharrita del maíz organizada por la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA) y el Proyecto Plagas CREA.
La gravedad de este insecto se encuentra potenciada por la capacidad de expansión de la plaga, que puede alcanzar los 500 kilómetros con la ayuda del viento.
“Los adultos del insecto son atraídos hacia plantas afectadas por Spiroplasma por el espectro del color amarillo (síntoma de la enfermedad) y eso representa un problema porque se incrementa la probabilidad de expansión de la enfermedad”, expuso Vera.
“Los adultos infectados además se vuelven más longevos y tienen una mayor tolerancia a condiciones ambientales adversas, como puede ser el caso del estrés térmico; estudios realizados en Brasil muestran que puede soportar temperaturas de hasta 4 ºC”, añadió.
Además del potencial daño indirecto promovido por ser vector de Spiroplasma, la plaga genera un perjuicio directo a la planta porque se alimenta de savia, lo que produce pérdida de rendimiento potencial.
“No sólo debemos preocuparnos por la chicharrita infectiva, porque, aunque esté sana, la plaga tiene un fuerte incidencia en el cultivo”, apuntó Vera.
Para monitorear a la plaga en estado adulto, el especialista recomendó tomar muestras –seleccionadas al azar– en al menos 10 sectores de un lote seleccionados al azar (es importante no evaluar cabeceras de lotes para evitar sobreestimar la presencia del insecto).
En sectores de baja incidencia, se aconseja tomar muestras de 20 plantas consecutivas, mientras que en lotes con alta incidencia se pueden muestrear 10 plantas; en todos los casos debe focalizarse al atención en el cogollo de la planta.
Al tratarse de una plaga con gran facilidad de movimiento, el horario del monitoreo es determinante. Lo ideal es poder llevar a cabo la tarea durante la mañana bien temprano o bien por las últimas horas de la tarde.
“Es probable que por cada chicharrita que veamos, haya tres que no podamos observar, mientras que en el caso de las ninfas esa proporción puede llegar as ser de uno a siete”, alertó.
En cuanto a la caracterización de la incidencia de Spiroplasma, los investigadores de la EEAOC proponen emplear una escala integrada por cuatro categorías.
“La teoría dice que los síntomas de Spiroplasma recién se pueden observar en el estadio de R3 (grano lechoso), pero un año atrás en Orán (Salta) observamos sintomatología de la enfermedad en V7 y V8. Y este año en Catamarca estamos observando también sintomatología en plantas en estado vegetativo”, comentó.
Vera explicó que el “puente verde” es determinante en la incidencia y el tamaño de la población de Dalbulus maidis, dado que las zonas con cultivos de maíz sembrados en diferentes fechas favorecen la evolución de la plaga al propiciar una mayor oferta de recursos para el insecto.
Especialistas de la AAEOC llevaron adelante un ensayo en condiciones controladas para evaluar el impacto de tratamientos de semillas con diferentes productos y dosis. “Una evaluación realizada en San Justo (Santa Fe) este año con clothianidin combinado con un recurado con teametoxan con una dosis de 600 cm3 por cada 1000 semillas, evidenció cierto control de la enfermedad; el lote testigo lindante a ese ensayo estaba completamente perdido por la enfermedad”, inidcó.
Más información: https://www.contenidoscrea.org.ar/agricultura/spiroplasma-la-clave-es-mantener-raya-la-densidad-poblacional-la-plaga-n5326957/amp