Lobos es una localidad que pertenece a la Cuenca del Salado; se caracteriza por su producción agrícola-ganadera.
En este contexto se enmarca Regueira Cereales S.A. & Cía. ubicada sobre la ruta 205, kilómetro 116, donde posee una planta de acopio de cereales con capacidad para 50.000 t de granos al año. Almacena por vez 22.000 toneladas. En una primera etapa se acopian 6.000 t de trigo y 18.000 t de cebada, y de enero a febrero almacena girasol, maíz y soja.
Además del acopio el negocio de la empresa pasa por la venta de un paquete técnico zonal en el que se incluye el control y la entrega de productos tales como insecticidas, zipermetrina, glifosato, más allá de brindarle al productor el servicio técnico.
La firma tiene tres convenios de siembra; uno es para implantar girasol alto oleico, otro para girasol confitero. Al hacer estos granos, los productores además de recibir los insumos y asesoramiento, tienen beneficios económicos, ya que en el caso del girasol alto oleico el pago es de u$s20 más que la pizarra y además están libres del costo del flete. Por parte del girasol confitado se pacta un precio de venta más alto que el de la pizarra.
El otro es con cebada, que según explicó Aldo Cesetti Roscini, ingeniero agrónomo de la empresa, fue una innovación de la firma incorporarlo en Lobos y aledaños.
âEl sur y sudoeste de la provincia de Buenos Aires, es decir Tres Arroyos, Puán y Pringles, son lugares de importancia para la producción de cebada, pero decidimos traer este grano a esta zona porque el ciclo es más corto y permite reemplazar la secuencia trigo-soja, por cebada-soja. La idea es diversificar la producciónâ, explicó el ingeniero. Para este grano, la firma tiene un convenio con Cervecería y Maltería Quilmes para producir 6.000 hectáreas, cantidad que está cubierta.
Los rindes en cebada rondan los 4.200 kilos por hectárea, con altos valores de proteína que superan 10 por ciento. Un punto muy importante si se tiene en cuenta que la cebada se paga 90% del valor del trigo, si la cantidad de proteína oscila entre 10 y 12,5 por ciento.
âLa cebada fertilizada con urea fue mostrando sus comportamientos en cada cosecha y de allí se fueron desprendiendo los rindes actualesâ, explicó Roscini, quien por otra parte comentó que la idea de incentivar a los productores con la siembra de girasol alto oleico se debió al desplazamiento que sufrió por la siembra de soja. âEn la campaña 2002/2003 comenzamos con este proyecto y sólo se habían sembrado 100 hectáreas en la cartera que manejamos, pero por el efecto boca a boca fuimos incorporando más hasta llegar a 1.800 hectáreas, pero ahora volvió a tener un retroceso y se está haciendo una tercera parte del año pasadoâ, agregó Roscini.
Además, detrás de la planta de acopio se encuentra el campo Regueira que cuenta con 6.000 hectáreas donde se implanta sorgo, maíz, girasol, girasol confitado, cebada, trigo, soja y pasturas. Este último cultivo se destina para engordar el ganado que posee la empresa. âHay un feedlot muy importante, el ganado se engorda y se vende directamente al frigoríficoâ, explicó el ingeniero.
Eliana Ramos