En medio de un contexto muy complicado para la producción agropecuaria, fundamentalmente por la situación climática pero también por la continuidad de los problemas económicos del país, las granjas porcinas no salen indemnes.
Según un trabajo elaborado por los investigadores Juan Manuel Garzón y Martin Abduca, del Instituto de Estudios (IERAL) de la Fundación Mediterránea, los márgenes en diversas hipótesis de granjas porcinas, de mayor a menor eficiencia, “muestran un deterioro en los márgenes hacia fines del año pasado, que se continúa en lo que va de este año”.
La evaluación de los economistas tiene en cuenta establecimientos que en teoría engordan 500 madres, con las siguientes características:
- Eficiencia baja: logra conversión alimenticia de 3,1 kg/alimento por kg/capón y 2.563 kg/madre/año.
- Eficiencia media: 2,8 kg/alimento por kg/capón y 3.536 kg/madre/año.
- Eficiencia alta: 2,5 kg/alimento por kg/capón y 4.116 kg/madre/año.
En febrero pasado, el de menor eficiencia tuvo una pérdida de $ 29 por kilo producido y vendido; del otro lado, el de mayor eficiencia, ganó $ 53.
Pero quizás el que convenga tomar como promedio representativo de la mayoría de las granjas porcinas es el de eficiencia media, y allí el margen positivo se ubicó en $ 20 por kilo.
COSTOS ACELERADOS, INGRESOS LENTOS
Así, la “’película corta’ muestra que el excedente económico de los establecimientos se viene reduciendo, y esto sucede debido a que los costos están yendo más rápido que los ingresos”, sostienen Garzón y Abduca.
En concreto, en el período noviembre-febrero, mientras los ingresos de las granjas (venta de capones) crecieron a una tasa media del 3,4% mensual, los costos lo hicieron al 7,7% mensual.
El gasto que mayor incide en este desequilibrio es el de alimentación, que en los cuatro meses mencionados se disparó 8,3%.
De ese modo, mientras en 2019 y 2020 representaba entre 60% y 63% del gasto total de una granja, hoy significa casi 70%.
“El encarecimiento de las commodities agrícolas influye en este salto de participación y también el de los suplementos y concentrados de nutrición, que al menos en el último año han subido de precios a un ritmo superior al de otras partidas”, indica el reporte.
Asimismo, el costo de transporte de los animales también ha crecido mucho, un 30,5% en términos reales entre febrero de este año y mismo mes del 2022.
Por otra parte, de las distintas partidas de costos, se observa que sólo la energía y la genética vienen creciendo a ritmo similar o inferior al de los ingresos.