El objetivo siempre fue abaratar los costos de traslado de la producción de la zona conformada por Jesús María, Mar Chiquita y el límite sur de Santiago del Estero, y para ello la idea era construir centros de transferencia granaria, una suerte de sistema de carga polimodal, que brinda la posibilidad de cargar desde el camión directamente al tren y ahorrar un 50% del flete.
El proyecto, avalado por el ruralismo, el Nuevo Central Argentino, el Gobierno central y la provincia de Córdoba, comenzó realmente a tomar forma, a partir del llamado a licitación de este primer tramo de 141 km -desde Río Primero hasta Elcano- de un total de 220 km hasta la localidad santiagueña de Sumampa.
La erogación por parte del Estado de unos $19 M (de un total de 30 M) y el hecho de ser “el único ramal que va a atender sólo carga, que ha entrado en un plan de inversión del Gobierno”, según explicó el asesor de la Bolsa de Comercio de Rosario, Emilio Bernasconi, tiñó la realidad de otro color.
Ahora, con la pelota en su cancha, los productores deberán definir en los próximos días un análisis de factibilidad de dónde se montarían los centros de transferencia (uno en Córdoba y otro en Santiago) y cómo se financiarían.
En este sentido, Néstor Roulet anticipó a Infocampo que “seguramente, los u$s 6 M que se necesitarán para construir el centro de transferencia de Sebastián Elcano (Córdoba) provendrán de la inversión genuina de unos 18 productores interesados en el proyecto, a través de la creación de un fideicomiso”, aunque también mencionó la oferta crediticia realizada por varios bancos nacionales y del exterior.
El ruralista explicó a Infocampo que el abaratamiento de los costos de traslado también permitirá a los productores conservar un sistema de rotación con gramíneas, sin ahorcar sus bolsillos.
“Es que el flete en la zona de Jesús María, por ejemplo, sale de un 25 a un 30% del valor del maíz”, cuantificó Roulet, antes de aclarar que con el ferrocarril los costos bajan a la mitad (de los $ 0,10 a 0,12 t/km que sale el camión a los $ 0,05 a 0,06 t/km del ferrocarril). En tren de números, el ruralista detalló que por el centro de transferencia pasarían entre 300.000 y 400.000 t, de las 1,2 Mt que se producen en esa región. Entonces, de los $ 20 que el productor se ahorraría por tonelada en el flete “podría dejar la mitad para afrontar el fideicomiso. Estos u$s 3, multiplicados por las 400.000 t que pasarían por el centro, nos dejarían cerca de u$s 1,2 M anuales. Entonces, la inversión se recuperaría en cinco o seis años”.
Evidentemente, y como dice Bernasconi, la “matriz del transporte en la Argentina está distorsionada” y -para ser rentables y sustentables- debemos modificar la ecuación de 80/9/2, porcentajes correspondientes al transporte en camión, tren y fluvial, respectivamente.
Marianela Garbini
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