1- Mirando más allá de las fronteras
La familia de Storey tenía campo en este país en la zona de Nueva Palmira desde el año 1974. Lo vendieron en 1985. Hace poco más de 3 años volvió a estas tierras ocasionalmente. Los bajos costos de la hectárea, 700 dólares promedio, lo incentivaron a invertir en la compra de campos. Adquirió 4.500 has en Ombúes, Lavalle.
2- Con destino de exportación
Para esta nueva empresa interesó a inversores extranjeros. El total de lo producido se exporta, granos y carne. Uruguay no sólo no tiene retenciones a las exportaciones granarias sino que tiene acuerdos de comercio de carne de calidad con Estados Unidos y Canadá por lo que pagan un plus por engorde y terminación a corral.
3- Para el transporte propio y de terceros
Para el traslado del cereal compraron una flota de camiones para fletes cortos. Montaron su propia infraestructura. No quieren depender del servicio uruguayo porque no existe. Manejan el cereal propio y prestan el servicio a terceros ya que hay mucha demanda. Fletean semillas y
fertilizantes al puerto.
4- Silos con salida al mar
Su hijo Andrés tiene una empresa de silos. Instaló para su padre una a 2.000 metros del puerto de Nueva Palmira para agilizar la salida de los granos en buques de ultramar. Tiene capacidad para 40 mil toneladas y opera 800 toneladas por hora. Acondiciona y almacena cereal propio y presta servicios a productores.
5-Porque no todo es soja
Siembran pensando en la producción cárnica. La rotación arranca con soja de primera (30%), cebada (30%) -porque desocupa temprano el lote- y maíz (40%). Compran insumos localmente y en precios similares a los de Argentina.Tienen maquinaria propia. El combustible es levemente más caro pero trabajan todo en siembra directa.
6- Hereford y de calidad
Con 7.000 cabezas hacen invernada. Exportan a EE.UU. y Canadá carne terminada a corral con maíz propio. Producen en convenio con ganaderos uruguayos.
A la venta reciben hasta un 23% de bonificación por calidad de excelencia por novillos terminados con 120 días de encierro.
INTEGRARSE AL CIRCUITO PRODUCTIVO LOCAL
Con la bandera del respeto y el trabajo
Storey tiene sangre de conquistador. Habla de su emprendimiento en Uruguay con el impulso que años atrás lo trajeron desde Buenos Aires hasta La Paz en Entre Ríos. Con la bandera de la innovación trabajó esta tierra pesada y negra hasta convertir los montes en campos de alta producción agrícola. Hoy día maneja más de 16 mil hectáreas en Entre Ríos y Corrientes. Así como se integró a la vida provinciana y con esta misma filosofía desembarca en el país vecino. “Uno viene a cumplir con las reglas de juego de este país. Aceptando y respetando las condiciones. Empleamos toda mano de obra local. Sólo vino Diego Sáenz desde La Paz porque es el gerente general”, dijo el empresario nacido en Venado Tuerto hace 56 años.
Veronica Puig | vpuig@infobae.com