“Si consideramos las lluvias desde principio de año, casi toda la zona núcleo queda incluida en categorías de lluvias excesivas”. Así lo indica un informe climático de la consultora Granar.
Sin embargo, “cuando se analiza la distribución temporal, encontramos una ineficiencia que bien puede justificar resultados menores a los esperados si solo se analizan los acumulados pluviales”.
“La alta frecuencia de precipitaciones, primero concentrada en la zona núcleo comenzó a expandirse a gran parte de la región pampeana, comportamiento que para zonas del oeste bonaerense y norte de La Pampa ha sido beneficioso”, señala Granar.
“Si analizamos los acumulados pluviales y los comparamos con los registros normales, encontramos una importante sobreoferta de agua en la franja central del país”, explica el informe.
En tanto, muchos lotes de soja que entre mediados de diciembre y mediados de enero padecieron estrés térmico e hídrico (en ese orden) a pesar de haberse recuperado, hoy deben trajinar situaciones vinculadas a enfermedades fúngicas.
Hoy los productores corroboran los pronósticos para encontrar la ventana de buen tiempo apropiada para tomar medidas de manejo que morigeren el impacto de estas enfermedades de fin de ciclo.
Si las lluvias que hoy resultan excesivas hubiesen comenzado a llegar quince días antes, la proyección de resultados para esta campaña sería más clara.
Actualmente se va cerrando uno de los meses de febrero con más días de lluvia de las últimas tres décadas. En casi toda la zona núcleo entre eventos modestos y otros de lluvias copiosas se contabilizan entre doce y quince días de mal tiempo.
En los días restantes los niveles de radiación no han sido plenos, con lo cual no solo los excesos pluviales estarán jugando en el análisis de los resultados de esta campaña.