En 2003 una de las peores sequías azotó la región de cría del país; murieron de hambre, sólo en La Pampa, 40 mil cabezas; muchos vientres fueron enviados a faena y el porcentaje de preñez cayó en alrededor del 20%, para no ser alarmistas, repasando números sospechables.
“Es imposible hoy decir qué es lo que va a pasar con el precio del novillo y menos a futuro”, expresó Luis María Rodríguez Abínzano, vicepresidente de la Cámara Argentina de Consignatarios de Ganado. Afectados por la baja rentabilidad de la exportación , “Carnes Pampeanas” camina por la cuerda floja. Para Alejandro González Calderón, director de Exportaciones Agroindustriales Argentinas S.A., “el frigorífico se va a mantener abierto hasta las últimas consecuencias”.
El frigorífico pampeano funciona con usuarios, entre ellos la empresa Prinex, que por estas semanas es la única que aporta a la faena. Carlos Odrisola, su gerente, remarcó que “entre retenciones y quita de reembolsos, nos sacaron 80 centavos por kilo al gancho. Evidentemente no podemos competir frente a los 4,55 pesos que hoy maneja el mercado”. Hoy “Carnes Pampeanas” mantiene más de 100 operarios fuera de sus estructuras, la despostada está parada, y 250 empleados tienen tareas reasignadas esperando soluciones urgentes.
Walter García
Corresponsal de Infocampo en La Pampa