Con la expectativa de un cambio de gobierno luego de años de depresión por las políticas oficiales, la cadena de la carne firmó ayer un acuerdo que prevé aumentar en los próximos diez años trece veces el valor de sus exportaciones y crear 300.000 nuevos puestos de trabajo. La iniciativa busca también morigerar aumentos de precios al consumidor mientras se recompone el negocio, según publicó La Nación.
Esperando un nuevo rumbo, 22 entidades -desde criadores, productores, consignatarios, frigoríficos exportadores y de consumo interno, trabajadores rurales y obreros de la carne, empresarios de feedlot (engorde a corral) y hasta la industria avícola- pactaron cinco puntos clave que se dieron a conocer ayer en la Exposición Rural de Palermo.
Se trata de tener más novillos (hoy en menos de la mitad que 2005) y oferta, reglas de competencia, desregular las limitaciones, mejorar el acceso a los mercados e incrementar el empleo formal.
Como medidas, proponen desgravar del impuesto a las ganancias el novillo de más de 220 kilos peso carcasa, líneas de crédito para la inversión, trabajar con otras cadenas como la aviar y la porcina, suprimir las retenciones y las trabas para exportar y mejorar el acceso a los mercados.
Según la cadena, la oferta total de carne podría saltar de 2,7 millones de toneladas equivalente res a 4,5 millones de toneladas, las exportaciones crecer en valor de menos de US$ 1000 millones a 13.000 millones de dólares y sumarse 300.000 empleos.
En una cadena con cortocircuitos históricos, haber llegado a un acuerdo es tomado como un éxito. Uno de los puntapiés iniciales a la propuesta lo dio el productor David Lacroze. Si bien dirigentes de la cadena del cerdo participaron de diversas charlas por el convenio, la cámara no lo rubricó. Su presidente, Juan Uccelli, se expresó en favor de las retenciones en maíz. Ausente de viaje, el presidente de Cámara de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), Roberto Domenech, mandó una carta de adhesión. Por ahora no se invitó al acuerdo a carniceros ni supermercados.
La cadena admite que en este proceso podría haber un cuello de botella con un faltante de oferta y suba de precios, algo que se quiere amortiguar.
Víctor Tonelli, uno de los autores del trabajo junto con Héctor Salamanco y Fernando Canosa, lo explicó así: “Si hay un gobierno que acompañe estas políticas va a haber retención de vientres y terneros, menos oferta y seguramente aumento del precio al consumidor. Pero queremos decir que aquí hay una propuesta y vamos a comunicar a la opinión pública que esto es necesario y de corto tiempo para que haya carne para todos”.
El faltante de oferta podría llevar poco más de un año con una baja de 5 a 7 kilos de carne por habitante. Esto se podría suplir con pollos y cerdos.
El encuentro fue cerrado por el presidente de Sociedad Rural, Luis Miguel Etchevehere. En representación de los partidos políticos concurrieron, entre otros, Francisco Cabrera (presidente de la Fundación Pensar, ligada a Macri), Javier González Fraga (UCR), Gilberto Alegre (Frente Renovador) y Daniel Carignano (espacio UNA, línea delasotista). Una silla vacía en el escenario reflejó que el Frente para la Victoria no se comprometió con la propuesta. El que sí estuvo en el auditorio fue Ricardo Bruzzese, un empresario de la carne que estuvo ligado a Guillermo Moreno, el ejecutor de la depresión de la actividad.
RESPALDO DE SANZ
El precandidato presidencial radical Ernesto Sanz visitó ayer la Exposición Rural de Palermo acompañado, entre otros, por su compañero de fórmula, Lucas Llach. Sanz respaldó el acuerdo que se celebró por la carne. Dijo que representa una “transición” donde, afirmó, “algunos costos hay que pagar porque liberar las exportaciones de carne supone el riesgo, el peligro de caer en un aumento de los costos internos”. Remarcó que a esto “hay que bancarlo con un acuerdo sectorial para que no ocurra [la suba] y se vean perjudicados los bolsillos de los más necesitados”.