“El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo”, reza un proverbio chino y es, metafóricamente, lo que está sucediendo en este momento con el impacto que está teniendo una medida tomada por el Gobierno de China en las exportaciones de carne de Argentina.
“Covid cero en China: un nuevo golpe en plena salida de vacas”, es el título del informe semanal del mercado Rosario Ganadero (Rosgan), en el que se analizan las consecuencias de la decisión de la administración de Xi Jinping de establecer políticas sanitarias muy estrictas para frenar una nueva ola de contagios de Covid-19.
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El problema es que se preveía que estas medidas inicialmente iban a ser transitorias, pero se han extendido más de lo esperado, y comenzaron a afectar no solo la demanda interna, sino también la operatoria logística en uno de los puertos más importantes del mundo: el de Shanghai.
La falta de operarios en las terminales reduce drásticamente la capacidad operativa de ese puerto, que mueve cerca del 20% del tráfico de contenedores del gigante asiático. Y la importante congestión de buques y contenedores varados a causa de las restricciones sanitarias, ralentiza todo el flujo marítimo afectando especialmente el transporte de alimentos en frío, entre ellos la carne.
MENOS VOLUMEN Y PRECIO
De acuerdo con el Rosgan, los datos de comercio exterior ya reflejan un menor nivel de ventas desde Argentina a China por este motivo: en abril se embarcaron 33.750 toneladas peso producto, 14% menos que en marzo.
En precio, en cambio, los valores del mes pasado aún se mantuvieron estables e incluso con alguna suba, ya que la cotización promedio superó los U$S 5.000 la tonelada, unos U$S 200 más que la media de marzo.
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El problema es que en mayo ya se está sintiendo un doble efecto: por un lado, envíos de carne demorados en destino que ralentizan todo la operatoria comercial; por el otro, una merma en los valores ofrecidos por nuevos negocios.
“Las referencias de precios pagados por los principales cortes que compra China -Garrón y brazuelo, Bola y Cuadrada, Set de 17 cortes, etc.- registran caídas en de entre 3% y 5% en el último mes, de acuerdo a los valores relevados por APEA (Asociación de Productores Exportadores de Argentina)”, señala el Rosgan.
FRIGORÍFICOS Y CRIADORES
El problema es que esta situación repercute directamente en la capacidad de pago de la industria que, además, debe adaptar toda su operatoria al actual ritmo de embarques. Y en un momento en el que, además, las vacas “añosas” de exportación son las que estaban sosteniendo la faena, según el Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas ABC.
“Lamentablemente, para el productor argentino esta desaceleración de la demanda china golpea nuevamente en el peor momento de salida de vacas. Como es habitual, desde abril y hasta julio y agosto inclusive, se da el pico estacional de oferta de vacas con destino a faena. El mismo manejo de los campos exige esta salida”, repasa el Rosgan.
Los criadores ya enfrentaron el año pasado una coyuntura complicada cuando el Gobierno interrumpió el comercio exterior de carne vacuna, incluyendo a las vacas, que recién se flexibilizaron a fin de año.
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Por razones estacionales, tras los partos y los destetes, este es el momento del año en que se descarta la vaca “vacía” y los datos de faena de los primeros cuatro meses confirman un volumen 2% superior al registrado en igual período del año pasado para esta categoría. El problema es que las compras chinas están 10% por debajo de lo embarcado un año atrás.
El resultado es más oferta de la que la industria está pudiendo asimilar y es lo que, claramente, se está viendo reflejado en precios. “En los últimos 15 días, la vaca ha perdido entre $10 y $20 en todos sus renglones, desde la conserva hasta la vaca especial, lo que marca la extremada cautela con la que está operando el mercado”, subraya el Rosgan.
De todos modos, no es para encender alarmas. “Si bien en el corto plazo existe una gran incertidumbre, esta situación no deja de ser transitoria, la oferta de carne en el mundo sigue siendo escasa ante la demanda proyectada y, bajo este balance, los precios internacionales para la carne vacuna siguen siendo extraordinariamente buenos en términos históricos”, explica el mercado rosarino.