Las exportaciones de carne aviaria a la Unión Europea podrían reducirse si Brasil consigue que se le asigne una cuota mayor de exportación de carne de pollo.
En tal caso, la Argentina podría perder parte de ese mercado en el cual coloca 15.000 toneladas anuales. En la Cámara de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA) no dieron datos concretos de a cuánto ascendería la pérdida pero dieron por descontado que si Brasil logra su objetivo, la Argentina cedería posiciones en ese mercado.
Europa importa cerca del 5% del total de carne avícola que consume, lo que significa un volumen de 450.000 toneladas. Su principal proveedor es Brasil, que le vende 350.000 toneladas al año y que cuenta con una cuota para exportar carne congelada inmatura de 7.100 toneladas anuales que no pagan arancel.
La discusión entre Brasil y la Unión Europea tendrá un nuevo capítulo el 13 de septiembre cuando sus representantes se reúnan en la sede de la OMC, en Ginebra, Suiza.
Los brasileños reclaman una compensación de parte de los europeos por haber sufrido lo que consideran una sanción comercial injustificada a raíz de los cambios realizados por el gobierno comunitario en la regulación de las importaciones.
Hasta el 2003 la exportación de carne de pollo que contaba con un aditivo de sal del 1,5% pagaba una tasa aduanera del 15,4% sobre un valor de la toneladas de u$s 2.600, mientras que la carne inmatura congelada pagaba un arancel de 1.070 euros y el valor de la tonelada era de u$s 2.800, lo cual significa que la incidencia del impuesto era cercana al 38 por ciento.
Esta situación hizo que creciera el consumo de carne de pollo salada, ante lo cual el gobierno de la Unión Europea cerró la posición arancelaria que permitía el ingreso de ese producto y decidió que toda lo que se importaba debía pagar el mismo arancel que la carne congelada, es decir, 1.070 euros por tonelada.
Brasil y Tailandia, principales abastecedores de carne de pollo en la UE, hicieron su reclamo ante la OMC y obtuvieron un fallo favorable con el que pudieron volver a vender carne salada a Europa en las mismas condiciones que antes. El capítulo posterior fue la presentación que hizo la unión Europea un mes atrás en la OMC, según la cual exige que las dos posiciones paguen el mismo nivel arancelario fijo de 1.070 euros. Si prospera esta postura, Brasil podría recibir en compensación una nueva cuota para exportar carne aviaria. Roberto Domenech, presidente de CEPA, indicó que de darse esta situación, la Argentina perdería parte de ese mercado que sería ganado por la industria brasileña.
En tanto, Domenech señaló que el consumo interno de carne aviaria en los primeros 7 meses del año fue de 29 kilos per cápita cuando en igual período del 2005 fue de 25,4 kilos. Este crecimiento del 14% se debió al aumento del procesamiento de la industria y a que se redireccionó parte de la exportación al consumo local.
Domenech adelantó que la producción crecerá este año el 18%. Según las estimaciones de CEPA se producirán 1.250.000 toneladas cuando en el 2005 el total ascendió a 1.063.000.
