El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) celebró este martes la reapertura del mercado estadounidense para la carne vacuna argentina y destacó el trabajo que llevó adelante desde hace años para lograr ese objetivo.
El presidente de la entidad, Ulises Forte resaltó varios beneficios para nuestro país a partir de la noticia, además de los “nuevos negocios”.
En primer lugar, subrayó que la reapertura “habilitará el paso por tierra a Canadá”, un mercado que se abrió hace muy poco. Asimismo, indicó que le conferirá a la Argentina “un cierto status sanitario no escrito a nivel global, que posibilitará pensar en otros destinos del Caribe (por ejemplo, Jamaica), iniciar las negociaciones con México y ayudar en las negociaciones en curso con otros mercados muy exigentes y de alto valor, como Japón y Corea“.
“Otro aspecto destacable de Estados Unidos es que paga buenos precios para la carne destinada a hamburguesas (dentro de la cuota), en el orden de un 15% superiores a los de otros destinos (rondan los US$ 4.000 la tonelada), y también por los cortes especiales de gran valor destinados a cadenas de restauración especializadas (por ejemplo, el ojo de bife) y otros productos específicos, como el vacío para la cocina Tex Mex“, detalló Forte.
Un largo camino que dio sus frutos
El IPCVA fue uno de los impulsores del logro y aportó fondos para avanzar en las negociaciones.
“Hace muchos años que trabajamos por su reapertura y, de hecho, fue el Instituto el que financió en su momento el ‘panel’ (instrumento para dirimir diferencias comerciales entre dos países) que se le realizó a los Estados Unidos ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), dada la injusticia del mantenimiento del cierre una vez superados los inconvenientes sanitarios, juicio que fue favorable a la Argentina”, recordó Forte.
El dirigente remarcó la importancia del mercado norteamericano dado que, si bien es uno de los principales exportadores de carne a nivel mundial, también es un importador de “grandes volúmenes y es muy codiciado por todos los países productores, dado su alto poder adquisitivo”.
“La apertura de Estados Unidos es una nueva muestra de que el trabajo conjunto entre privados y el Estado redunda en beneficios para toda la cadena de ganados y carnes y, por extensión, para todo el país, empezando por los miles de pueblos relacionados directa o indirectamente con la ganadería y la industria frigorífica”, afirmó.
De todos modos, hasta el momento, los especialistas aseguran que aún restan aguardar algunas definiciones que demorarían un par de meses los primeros embarques, como por ejemplo saber si las plantas habilitadas son las mismas que exportaban antes del cierre o si se habilitarán nuevas.