En medio del conflicto en Cargill, el sindicato de Aceiteros de Rosario denunció que la empresa no acató la conciliación obligatoria que dictó ayer el Ministerio de Trabajo de Santa Fe y decidió continuar con el paro que inició a comienzos de la semana, cuando se conoció la noticia de los 44 despidos en la planta de la localidad de Alvear.
El gremio tomó la decisión cuando los operarios se vieron imposibilitados de ingresar al predio, pese a que la cartera provincial había obligado a Cargill a retrotraer las desvinculaciones por 15 días hábiles. Según indicó, las instalaciones estaban custodiadas por efectivos de la Prefectura Naval Argentina.
En este marco, el Ministerio de Trabajo de la Nación convocó a una audiencia para hoy en la Ciudad de Buenos Aires.
“Continuamos en estado de alerta permanente, denunciamos el accionar ilegal e ilegítimo de la patronal de Cargill y exigimos la inmediata reincorporación de todos los compañeros despedidos”, expresó el sindicato en un comunicado.
Por su parte, Cargill aclaró que “se encuentra comprometido en un proceso de transformación de las operaciones de las plantas de molienda de soja y puertos en Argentina”, y que ello “involucra el reemplazo de determinados perfiles con el objetivo de adaptarlos a las nuevas necesidades del negocio, en un entorno cada vez más exigente y desafiante”.
“El proceso que se inició con un plan de retiro acordado a principios de mes, en nuestras plantas de Santa Fe y Bahía Blanca. Continúa ahora con la desvinculación de un grupo limitado de empleados, los cuales fueron notificados, de sectores operativos de dichas plantas. Las posiciones serán reemplazadas con nuevo personal contratado como empleados de Cargill en cada una de las zonas y en las mismas condiciones de contratación actuales”, cerró.