La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) elaboró una suerte de respuesta a la solicitada difundida el sábado pasado por las entidades nacionales que representan a la industria, los bancos y el comercio.
La solicitada ‘firmada por la Asociación de Bancos Privados de Capital Argentino, la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, la Cámara Argentina de Comercio, la Cámara Argentina de la Construcción y la Unión Industrial Argentina’ pedía ‘un ferviente llamado a la reflexión y al desprendimiento patriótico a las organizaciones del campo y al gobierno nacional”.
El comunicado de Carbap ‘difundido anoche’ coincide con el pedido realizado en la solicitada, pero aclara que las entidades del agro ‘siempre han estado dispuestas a transitar el camino del dialogo. Un dialogo fructífero, sin condicionamientos, ni prebendas, ni beneficios, ni compensaciones, habituales en muchas negociaciones’. Se trata de una ironía en referencia a los subsidios por 1445 M/$ asignados en el último año por la Oncca a las industrias molinera, láctea, aceitera y avícola.
La solicitada de la industria, los bancos y el comercio dice: “La presidenta Cristina Fernández de Kirchner ha convocado precisamente a firmar un compromiso que favorezca ese proceso en vistas al Bicentenario, un hecho histórico, una concertación para el despegue deseado de la Argentina, que es impensable e imposible sin la participación activa del sector agropecuario’.
El comunicado de Carbap responde: ‘Desde el gobierno no ha existido un llamado formal al dialogo. La sola ausencia de infundadas críticas al sector desde funcionarios de gobierno no deberían ser reconocidas como un llamado al dialogo’.
La solicitada dice que ‘es demasiado el daño que se le está ocasionando (a la República) en momentos que la coyuntura nacional e internacional ofrece una oportunidad única par acordar en común el diseño de políticas para todos los sectores del agro, la industria, el comercio y los servicios’.
El comunicado de Carbap argumenta que ‘la crispación social a la que alude la solicitada no la provoca el campo, cuyos protagonistas están habituados a trabajar y apoyar silenciosamente el desarrollo nacional. Las responsabilidades de gobierno no pueden eludirse. Como así tampoco la búsqueda del dialogo y el consenso para la promulgación de medidas sectoriales’. Y añade que ‘el momento excepcional que muestra la coyuntura internacional ofrece sin duda una oportunidad única para los sectores del agro, la industria, el comercio y la banca, pero sobretodo y especialmente para el desarrollo territorial de nuestro país y de nuestros pueblos del interior. Nuestras fábricas están a cielo abierto y los productores vivimos en ellas. No negociaremos por un plato de lentejas’.
La solicitada dice: ‘El país ya no puede esperar”. Carbap responde: ‘No es cierto que haya que negociar porque el país ya no puede esperar. Lo que el país ya no puede, es soportar tanta falta de República, federalismo e institucionalidad. O acaso en una democracia que se precie hay que rogar para ser atendido por las autoridades. O acaso en una República seria el intendente de cualquier comuna debe pedir autorización para acompañar el reclamo de su comunidad. O acaso la oposición política que acompaña el reclamo de una minoría debe ser tildada de facciosa’.
‘El sector sólo pretende que lo dejen trabajar con dignidad y libertad. La constante transferencia de recursos a sectores ineficientes de la economía no hace más que debilitar al sector más vigoroso del país, y con ello a todo el entramado social que lo sustenta’, sostiene el comunicado de Carbap.
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