En 1854, la “Plaza de las Carretas”, hoy conocida como “Miserere”, en el corazón del popular barrio de Once de la Ciudad de Buenos Aires, fue la zona donde se estableció la primera sede social de una entidad que supo leer los tiempos y alcanzar, ahora en 2024, sus primeros 170 años de vida.
Aquella enjundia inicial de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires fue el recuerdo al que apeló José Martins, presidente de la entidad cerealera que reunió a una importante masa de dirigentes agropecuarios, empresarios directamente vinculados al campo y periodistas.
Y también envió la invitación formal al propio Presidente de la Nación, Javier Milei.
El líder de los libertarios no acudió a la cita, que no se dio en Plaza Miserere sino donde funciona el actual recinto de la Bolsa, a pocos metros del Luna Park. Sin embargo dio la orden de enviar a la plana mayor de su equipo económico. En ese marco, el ministro de Economía Luis Caputo fue quien cerró la noche, con un discurso de 27 minutos.
📢Se llevó cabo la celebración del 170 aniversario de la @Bolsadecereales @JoseCMartins “Es fundamental que trabajemos juntos para crear un entorno económico que favorezca el crecimiento sostenible y la competitividad de nuestra agroindustria.”
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— Bolsa de Cereales (@Bolsadecereales) August 14, 2024
Caputo no comunicó nuevas medidas para el sector agroindustrial y dejó con las ganas a los presentes. Sin embargo, volvió a pedir confianza en la gestión de un Gobierno que “combate el escepticismo”.
“Nunca hemos tenido un Presidente con la convicción que tiene el nuestro, de que el orden macro es la respuesta a los males que venimos sufriendo desde hace más de 100 años. Y ese orden macro se resume esencialmente en el famoso déficit fiscal, ese tumor que hemos tenido en Argentina por más de 100 años”, planteó Caputo.
No fue el único de rango ministerial que estuvo allí: acompañaron la canciller Diana Mondino y el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos. A su vez Caputo llevó en su propia comitiva chica al secretario de Producción Juan Pazo y al de Agricultura, Ganadería y Pesca, Sergio Iraeta.
Mondino, de todos modos, abandonó el salón cuando el discurso del ministro de Economía aún no había llegado a la mitad.
LAS PALABRAS DE CAPUTO EN LA BOLSA DE CEREALES
Mientras tanto Caputo seguía con el elogio a su actual jefe político: “Vino un Presidente que explicó en campaña cual era la raíz de nuestro problema. Y la gente le creyó. La gente se hartó finalmente de la política, se hartó del relato, se hartó de la mentira y lo votó. Contra lo que se podría haber esperado, ¿no?”.
“Era una persona sin partido, sin gobernadores, sin financiamiento, y le ganó a todo el aparato político. Y este es un detalle que no tiene que pasar de desapercibido porque esta combinación es lo que hace esta vez que la situación sea tan potente. Tenemos un presidente con la convicción total de no moverse ni un ápice de nuestra regla fiscal”, definió.
También elogió a quien ahora es su par, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado Federico Sturzenegger: “Todos los días desregula algo”.
“En la economía real las decisiones de inversión llevan mucho tiempo. En ese sentido, el Presidente es un atajo fenomenal. Entonces sí, claramente hay un protagonista, hay actores de reparto como los ministros y secretarios. Y están ustedes están ustedes, los empresarios y los ciudadanos. Ustedes no son los extras: ustedes son los coprotagonistas. Esa es la parte que tienen que entender”, definió.
LOS RECLAMOS DE LA BOLSA DE CEREALES
Más allá de agradecer su presencia en el evento que a la vez sirvió para darle una inauguración formal al salón Belgrano, que es una renovación del tradicional recinto de operaciones, Martins le pidió al Gobierno que exista un “marco impositivo razonable”.
“Necesitamos generar una política de largo plazo sostenible en el tiempo. Este sector no necesita subsidios ni prebendas”, sostuvo. Incluso hizo mención a las promesas de campaña presidencial relacionadas a la quita de retenciones.
“En algún momento fuimos criticados, cuando proponíamos que teníamos que ir a un modelo de rebaja gradual de la carga impositiva. Sabíamos perfectamente que era utópico e inviable llevar adelante las promesas de campaña de bajar a cero las retenciones”, calificó.
Por eso Caputo recogió el guante y dijo lo suyo: “Escuchaba a José por supuesto hablar de del tema impositivo. Y como siempre digo, esto va a llevar un tiempo. Por lo pronto hemos bajado lo que todos definimos como el peor de los impuestos, que es el impuesto inflacionario. No tengan dudas de que vamos a ir bajando todos los otros impuestos, esos distorsivos con los que ustedes lidian porque esa es la forma de ganar competitividad”.
“Hay que dejar la idea esa fantasiosa de que se gana competitividad devaluando para que lo pague el que menos tiene”, definió, y cerró: “Así que tengan plena confianza, que esto va a continuar”.
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En sus palabras Martins no solo había mandado mensajes a la Casa Rosada. También llevó su mensaje puertas adentro del sector agropecuario.
“Creímos oportuno generar propuestas de políticas públicas para el sector, no detenernos en la queja. Y esto nos llevó a crear el Consejo Agroindustrial Argentino, cuyo propósito es colaborar con un plan agroindustrial que debe trascender gobiernos”, comentó.
Pero lamentó: “Hay que reconocer que nos quedan cosas pendientes. Una de ellas es que no hemos logrado la cohesión sectorial”.
“No hemos logrado la capacidad de convencer a la política, sea Gobierno o Legislatura, sobre la importancia de sacarle el freno de mano a la actividad agroindustrial”, cerró Martins.