En un comunicado, Campos destacó que este “logro” está “en sintonía” con la meta de “satisfacer a los exportadores argentinos de carne y, a la vez, a sus potenciales compradores”.
No obstante, los empresarios prefieren ir con más cautela en cuanto al desembarco de las carnes argentinas y hablan de la necesidad de realizar inversiones y acomodarse a los plazos de concreción que proponen los asiáticos.
Según cálculos de la Consejería Agrícola de Argentina en Pekín, las exportaciones a China de productos de carne aviar, menudencias bovinas cocidas, carne termo-procesada bovina y carne bovina deshuesada de Argentina “alcanzarían un valor -para el período 2005-2006- de 200 millones de dólares”.
La apertura de China a las carnes argentinas representa para nuestro país el acceso a un mercado potencial de 1.300 millones de consumidores, aunque la realidad indica que el hábito por la carne bovina es de apenas tres kilos por habitante por año.
Argentina, tercer exportador mundial de carne vacuna, vendió en los primeros cinco meses del año más de 221 toneladas de carnes bovinas, por 488 millones de dólares, un 41 por ciento más en volumen y un 38 por ciento más en valor que en el mismo periodo de 2004.
El año pasado, las exportaciones argentinas de carne de ganado vacuno alcanzaron un volumen cercano al medio millón de toneladas, por valor de 1.000 millones de dólares.
En cuanto a las exportaciones de carne aviar, se informó que en el primer cuatrimestre de 2005 ascendieron a más de 18.000 toneladas, por 23,4 millones de dólares, en comparación con las 42.000 toneladas, por 54,3 millones de dólares de todo 2004.
China es el quinto destino de las exportaciones argentinas, con ventas que en el primer cuatrimestre del año que llegaron a los 736 millones de dólares, principalmente por productos primarios -como la soja- y manufacturas de origen agropecuario, como las harinas, aceites y pellets de la oleaginosa.