La corriente de “El Niño – Oscilación del Sur” (ENSO) es actualmente neutral. Sin embargo, el fortalecimiento de las perspectivas y el enfriamiento reciente en el Océano Pacífico tropical cambiaron la tendencia y, de esta forma, crece la posibilidad de La Niña en 2021.
En consecuencia, la Oficina de Meteorología australiana, que sigue la variabilidad de esta corriente y actualiza el pronóstico cada quince días, elevó el ENSO a “Alerta La Niña”, lo que significa que creció la probabilidad de la corriente en un 50%, que es el doble de la probabilidad normal.
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Según los expertos australianos, las temperaturas de la superficie del mar en el Océano Pacífico tropical central se enfriaron durante los últimos dos meses, respaldadas por aguas más frías que el promedio debajo de la superficie, así como también se mantiene la tendencia de enfriamiento durante los próximos meses.
En referencia a la tendencia, cinco de los siete modelos analizados anticipan que los umbrales de La Niña se instalarán hasta el mes de enero. Solo un modelo actualmente pronostica que La Niña continuará en febrero, y todos los demás modelos volverán a valores neutrales para entonces, adelantan.
Argentina
Este martes, la Bolsa de Cereales porteña hizo el “Lanzamiento de la Campaña Gruesa 2021/22” y como parte de la presentación estuvo el especialista en agrometeorología Eduardo Sierra.
Sierra adelantó, respecto al pronóstico que, la “configuración del clima este ciclo es análogo al del ciclo pasado, aunque con efectos distintos”. Entre los aspectos que recalcó mencionó que se espera una recuperación de las lluvias en el Gran Cuenca del Río Paraná, trayendo probables aumentos en las recargas de los ríos que hacen a este gran sistema que recorre varios países.
De acuerdo al panorama que construyó el especialista, de ahora y hasta el mes de febrero, las lluvias probables en este lapso se concentrarán mayormente sobre la región oriental de la Argentina, así como también sobre el NOA.
Los contrastes entre zonas, dijo Sierra, serán marcados y, subrayó, que el área agrícola occidental estará afectada por los faltantes de lluvias más significativos.
¿Lo positivo? Que La Niña empezará a disiparse en febrero, con lo cual la recomposición pluvial llegará en un momento clave para los cultivos tardíos.