Cuando los nutrientes disponibles en el suelo son escasos, limitan los rendimientos de los cultivos. Y para producir alimentos suficientes para alimentar al mundo, es necesario mejorar el manejo actual de los nutrientes, siempre considerando la necesidad de reducir las huellas ambientales de la agricultura.
De este y otros temas trata el nuevo Manual de Buenas Prácticas de Manejo de Fertilización que presentó este miércoles la asociación civil Fertilizar, confeccionada por los técnicos Martín Díaz Zorita y Andrés Grasso.
En diálogo con Infocampo, uno de los autores profundizó acerca de la relación de los nutrientes y la sustentabilidad, e hizo hincapié en la necesidad de avanzar en estrategias para lograr calidad además de producción.
“Cuando hablamos de sustentabilidad, incorporamos el valor de los nutrientes como forma de ser eficientes. Se debe usar carbono para no perder oportunidades productivas en kilos, pero también hay que estar atentos en composición. Hoy los nutrientes limitan la producción pero también su calidad, algo que también influye en la alimentación humana“, explicó Díaz Zorita.
En esa línea, destacó que la relación entre sustentabilidad, cambio climático y buenas prácticas en fertilizantes es importante. “En el caso del manejo de nutrientes, el cambio climático nos obliga a desafiar nuestro planteo acerca de cómo vamos a secuestrar carbono. Y si los nutrientes son limitantes, vamos a ser insuficientes en nuestra capacidad de secuestrar carbono. A la vez, el cambio climático implica mayor intensidad de eventos climáticos, como por ejemplo las lluvias, que requieren suelos con mejor capacidad para soportar el agua. Eso está asociado a la capacidad que tuvo ese suelo de cuidar la materia orgánica: los nutrientes también mejoran la capacidad de estabilidad del suelo“, detalló.
Díaz Zorita reiteró que en el plano de la sustentabilidad el manejo “no es solamente de dosis, sino de la estrategia de nutrición”. “Se debe pensar en que cuando mejoramos producción, mejoramos calidad y también vamos a cuidar el recurso suelo, que nos va a aportar en la lucha contra el cambio climático”, consideró.
“Los productores están muy interesados en esto. Saben que su alteración de los sistemas interactúa con condiciones fuera de su alcance (cambio climático, radación, eventos extremos). Tener pautas los ayuda a ver cómo seguir y evaluar a dónde están parados”, cerró el experto.