Los últimos veranos del Hemisferio Norte empiezan a quedar en los registros climáticos porque no tienen antecedentes. De acuerdo a datos publicados por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), dependiente del Departamento de Comercio de los Estados Unidos, el trimestre de verano, comprendido entre junio y agosto de 2019, fue el segundo más cálido de la historia, en 140 años.
Esto, sin dudas, significó una reducción de las expectativas de los rendimientos, sobre el final del verano, en los principales cultivos. La productividad, así, está seriamente comprometida con proyección de rinde por debajo del promedio de los últimos cinco años.
El período de junio a agosto, dicen los científicos, que también marca el invierno del Hemisferio Sur, fue el segundo más caluroso del planeta en el récord de 140 años a 1.67 °F (grados Fahrenheit), casi 17°C (grados Celsius), por encima el promedio del siglo 20, y por detrás de junio-agosto de 2016, que está primero en esta lista de años.
Asimismo, agregan que los últimos cinco períodos de junio a agosto son los cinco más calientes registrados.
Sin embargo, los datos destacados siguen. La temperatura global promedio en agosto fue de 1.66°F, también casi 17°C, por encima del promedio del siglo XX, vinculándose con lo que ocurrió entre con el mismo mes de 2015 y 2017, y posicionándose como el segundo agosto más caluroso, según los expertos. El agosto más caluroso registrado fue agosto de 2016, pero desde 2014 a la fecha fueron los más cálidos.