La semana pasada, la soja tuvo una tónica bajista en Chicago. Sin embargo, la mayor caída estuvo en el aceite de soja debido al retroceso del precio del petróleo crudo, y cierta idea de sobredimensionamiento respecto de la potencialidad del mercado de biodiésel.
También afectaron los precios las buenas perspectivas climáticas previstas sobre la zona productora sojera de los Estados Unidos y los abultados stocks.
La campaña 2005/2006 se caracterizó por un crecimiento de la oferta de aceite (de 6%, respecto del ciclo anterior) que superó al de la demanda (que fue de 5,5%), y causó un incremento en los niveles de stocks finales de 18% respecto de la temporada 2004/2005.
Por el contrario, para el ciclo 2006/2007, las perspectivas son opuestas. Se proyecta un crecimiento de 8% en el consumo de aceite contra sólo un 5% en la producción. Este mayor ritmo de crecimiento en los niveles de consumo se traduciría en una reducción de los stocks entre 0,3 y 0,4 millones de toneladas, según lo estimado por Oil World.
Diversos analistas afirman que para la campaña 2006/2007 se producirá un importante incremento en el consumo mundial de aceites siendo la industria de biodiésel el principal demandante.
La gran incógnita que se presenta para este mercado se centra en la demanda mundial de harina de soja. Dado que el ritmo de crecimiento en la demanda ha sido superior al de la harina, todo incremento en la oferta de aceite estará limitado por la demanda de harinas y por el precio dispuesto a pagar por los consumidores de aceite.
En el plano local, se estima que la producción argentina 2006/2007 será de 40,3 Mt (Oil World) y 41,30 Mt (Usda).
