La Unión de Cooperativas agrarias de Castilla y León (Urcacyl) de España sufre por estos días un serio problema de competitividad asociado a la suba de los costos y su relación con los centavos que recibe por cada litro de leche. ¿Problema conocido? Sí, el mismo que año tras años manifiestan los tamberos argentinos.
Para el caso de los españoles el principal inconveniente es que están percibiendo entre 29 y 32 centavos de euros como precio base por cada litro de leche de vaca que entregan, “un valor que permanece invariable desde hace mucho tiempo”, sostienen.
Pero según indican “no se considera la fuerte suba de las materias primas empleadas para la alimentación animal que se viene produciendo desde mediados de 2020, donde el maíz y la soja han subido más de un 20% respecto a febrero del año pasado, lo que supone un encarecimiento de los concentrados de más de un 10%“.
Pero hay otra característica que se puede comparar con la situación de los productores argentinos, y es que los españoles también tienen los precios congelados.
“Este mal funcionamiento de la Cadena Alimentaria es también una de las causas de la falta de rentabilidad de los productores”, porque “la guerra de precios en la que se encuentra inmersa la distribución presiona a la industria para que no suba los precios”, detallan los europeos.
Como la industria no puede subir los precios, tampoco puede pagarle más al productor frenando así la actualización de la materia prima, y llevando por carácter transitivo a que los tamberos trabajen por fuera de la rentabilidad.