Muchas veces, el trabajo interdisciplinario ayuda a agilizar y profundizar diferentes iniciativas en pos de un beneficio para la comunidad. En este sentido, el Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) se unieron para desarrollar un proyecto de biodigestión que busca generar energía a partir del purín (estiércol y orina) de cerdo y una porción de materia verde de maíz.
El jefe del Programa Energías Renovables y Eficiencia Energética, Luis Rastrilla, explicó: “A partir de un inventario de biomasa de la provincia, analizamos el aprovechamiento que puede hacerse en el sector agropecuario. “La idea es evaluar lugares estratégicos para construir los biodigestores. Para lograr un óptimo funcionamiento deberían ubicarse cerca de criaderos de cerdo y de producción de maíz. Además, pensar en caminos que permitan trasladar la materia prima y subproductos (biofertilizante) y una infraestructura eléctrica para aprovechar la energía generada”.
Como parte del proyecto, se abordaron aspectos tales como la identificación de los criaderos; zonas y cantidad de animales en los establecimientos; parámetros y variables del funcionamiento de estos biodigestores (se visitó uno en Río Cuarto, Córdoba); y, también, se analizaron cuestiones ambientales, tecnológicas y de aprovechamiento de un subproducto como biofertilizante.
Según contó Rastrilla, también se evalúan aspectos económicos. “Hay distintas perspectivas que pueden abrirse: una es buscar inversores que quieran desarrollar este proyecto en la provincia, y otra es ver la posibilidad de una inversión por parte del Gobierno”, amplió el funcionario.
Finalmente, adelantó que otra variable importante a desarrollar es contactar a productores porcinos y de maíz, presentarles el proyecto y ver el grado de interés que esta iniciativa tiene para ellos (desde el punto de vista económico y ambiental).
