Según estimaciones del RENATRE, en la región centro el 70% del empleo rural no permanente -peones “golondrina”- estaría en negro. Con el objetivo de regularizar esta situación, la delegación Santa Fe de la entidad comenzará, en el marco de un plan nacional, a inspeccionar establecimientos con el objetivo de comprobar que todos tengan en regla su Libreta de Trabajador Rural.
“Esto no es una caza de brujas”, explicó el delegado del organismo en el centro norte santafesino, Luis María Mathier, sino que se trata de la puesta en práctica de otra fase de las programadas cuando se creó el registro. “Primero se realizaron las inscripciones de empresarios; luego de los empleados, mediante la Libreta de Trabajador Rural; después se implementó el Fondo de Desempleo; y ahora se va a fiscalizar para corroborar que todos estén inscriptos”, indicó.
La implementación de la Libreta de Trabajador Rural es un tema especialmente sensible en sectores donde se utiliza mano de obra circunstancial, como la producción frutihortícola, el algodón y la caña de azucar, con una alta demanda de peones golondrina.
Por este motivo, se realizó un acuerdo entre UATRE y los quinteros santafesinos mediante el cual se dispuso un “compás de espera” de 15 días para que inicien las inscripciones, tanto de los establecimientos como de sus empleados, permanentes y temporarios. “Si se ve voluntad de inscripción, el plazo se puede prorrogar”, señaló Mathier, quien agregó que “actualmente, el alta temprana para la Libreta, que dos meses atrás se tenía que hacer con 24 o 48 horas de anticipación, se pude hacer en el mismo día y por teléfono”.
Además, el delegado del RENATRE remarcó que ya no rige la figura del mediero en la actividad hortícola, razón por la cual se debe inscribir a este tipo de trabajadores como permanentes. Comúnmente, esta relación se establece bajo la figura del monotributista, aspecto que tampoco está permitido. “El problema es que si se factura solamente a un empresario, en realidad hay una relación laboral definida y podría ser considerado como empleado en una inspección”, explicó.
Por otra parte, también aclaró que las cooperativas de trabajo, utilizadas en la producción frutillera de Coronda, son “mano de obra encubierta” y se las considera ilegales “porque la persona no trabaja en la cooperativa”.
Juan Manuel Fernández