La exportación de vinos alcanzó en 2015 los US$ 1.000 millones pero podría ampliarse en los próximos años, a partir del trabajo que comenzó a realizar la Cancillería para aumentar la presencia nacional en los mercados internacionales, y llevar de 3,8% a 5,8% la participación del sector en el comercio mundial, lo que aportaría u$s 400 millones más de divisas al país.
“Estamos trabajando en Noruega para ampliar la participación argentina de vinos en ese mercado, y lo mismo estamos haciendo con Canadá, para que a partir de la formalización de un acuerdo, podamos ampliar las oportunidades de mercado”, aseguró la canciller Susana Malcorra, al inaugurar las Jornadas Estratégicas del sector vitivinícola que se realizan en el Palacio San Martín, organizadas por la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) y Vinos de Argentina (Wines of Argentina-WOFA).
El presidente de WOFA, Alberto Arizu, precisó a Télam que “la idea es aumentar la participación de Argentina en el mercado mundial de vinos, llevándola del actual 3,8% a 5,8%, en los próximos tres o cuatro años”.
La presidenta de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), Hilda Wilheim, remarcó que “la vitivinicultura es importante en la matriz exportadora del país”, y precisó que “el año pasado, la Argentina exportó el mismo valor de vino que de carne: US$ 1.000 millones”.
Cada punto porcentual de participación de los vinos argentinos en el comercio mundial significa en la actualidad unos US$ 200 millones, lo que llevaría el ingreso de divisas al país desde los US$ 1.000 alcanzados el año pasado a US$ 1.400 millones, en tres o cuatro años, con un crecimiento de 40%.
En diálogo con Télam, Wilheim puntualizó “uno de los ejes de la estrategia actual de la vitivinicultura argentina es la venta y promoción de los vinos argentinos en el exterior”.
“El objetivo es apuntar también a ingresar en mercados como Estados Unidos, China, Inglaterra y Brasil”, precisó la ejecutiva, quien destacó que “con el nuevo gobierno cambiaron las expectativas: básicamente tenemos una política internacional más abierta al mundo y eso nos favorece”.
De todos modos, indicó que “ahora viene un largo trabajo para tratar de lograr mejores condiciones para la exportación de nuestros productos al mundo”.
Para Arizu, “la industria vitivinícola está dentro de la estrategia global de la Argentina que tiene este Gobierno que es, como dijo el presidente (Mauricio Macri), la de poner los productos argentinos con valor agregado en el mundo”.
“El vino es un buen ejemplo de un sector que trabajó y mejoró aun en condiciones adversas: por eso creemos que hay todo un potencial por delante con las nuevas expectativas y la mayor integración de Argentina al mundo”, afirmó el presidente de WOFA.
Por su lado, el presidente de Finca Sophenia, Roberto Luka, destacó a Télam que “el sector vitivinícola fue uno de los más dinámicos en los últimos años en cuanto a su inserción en el comercio internacional”, aunque reconoció que “en la actualidad la situación es más compleja”.
Al respecto precisó que los principales problemas para la actividad son “la inflación todavía subyacente en los costos, y el costo de colocar la mercadería en puerto”.
“Son dificultades de competitividad, y la industria ya no tiene cómo hacer los deberes porque se ha eficientizado muchísimo e incorporado tecnología”, afirmó Luka, quien consideró que “hay que trabajar esas dificultades, junto al Gobierno, para estar a la par de un productor español o francés”.