Bush accedió, pero el Congreso tiene la última palabra. La creciente influencia política del sector agropecuario brasileño quedó recientemente demostrada, cuando el gobierno pidió autorización a la OMC para tomar represalias si Estados Unidos no finaliza sus subsidios a los algodoneros. Pero a diferencia de las represalias tradicionales (aumentos de aranceles), Brasil reclamó el derecho de bloquear transferencias por patentes, derechos de propiedad intelectual y servicios financieros a Estados Unidos por u$s 3.000 M. “Vamos a arrastrar a Hollywood, al Silicon Valley y a la industria farmacéutica en esta batalla”, proclamó Pedro de Camargo Neto, ex presidente de la Sociedad Rural Brasileña, y gestor del panel iniciado en 2001 contra Estados Unidos, gracias al cual en marzo de este año la OMC declaró “ilegales” los subsidios norteamericanos al algodón. Este pedido marca un hito; ninguno de los 148 países miembros de la OMC pidió jamás ese tipo de represalias cruzadas. “Es que si replicamos con una suba de aranceles a los productos estadounidenses, peligraría nuestro programa de contención de la inflación”, dijo el gobierno de Lula da Silva. Es la primera vez que Brasil toma una decisión de política exterior a favor del agro, que podría perjudicar a su industria y otros sectores de la economía. “Están jugando con fuego”, señaló Robert Vastine, presidente de la Coalición de Industrias de Servicios Estadounidenses. “Eso atentaría contra las inversiones extranjeras en Brasil. No pueden decir a empresas como IBM ‘lo siento, las tengo que embargar’. Eso sólo generaría más pobreza en todo el país.” Pero el desafío resulta funcional a las intenciones del presidente Bush de reducir los subsidios al algodón, que en los últimos 4 años fueron de u$s 1.580 M a productores, pero también a exportadores como Cargill. Durante un encuentro conciliatorio en Ginebra, EE.UU. reiteró su intención de “cumplir cabalmente el fallo de la OMC”, aunque para ello necesita la aprobación del Congreso, que debatirá el tema tras su receso de agosto. Según el resultado se verá si Brasil está dispuesto a morder.
Sebastián Masana
