La producción agropecuaria del centro oeste brasileño está más que complicada, más específicamente en el estado de Mato Grosso. Debido al mal clima el área sojera se reduciría un 15% y por otro lado el cultivo de trigo en un 25%.
Fabio Meneghin, consultor agropecuario brasileño, de Agroconsult, explicó a Infocampo que producir una ha de soja en el Mato Grosso cuesta alrededor de U$S500 mientras que en Paraná o San Pablo alrededor de U$S350, esta gran diferencia sumado al mal clima que castigó a los cultivos en el Mato Grosso y los altos costos de logística y producción están impactando directamente a las grandes empresas procesadoras de soja como Bunge o Cargill que están culminando sus actividades en la región para instalarse en Paraguay, la Argentina. Meneghin cuenta además que muchos productores locales están altamente endeudados por esta situación, ya que vienen de la campaña anterior con problemas financieros que ahora se acrecientan.
Otra gran preocupación para el agro brasileño es el trigo, el consumo interno ronda las 11 millones de toneladas y según las estimaciones de Meneghin este año se cosecharían sólo 3,7 toneladas. En 2005 Brasil importó 5 millones de toneladas y para este año se importarían unas 6,5 millones , pero las posibles restricciones que impondría el gobierno argentino a la exportación de trigo preocupan y mucho a las molinos de Brasil. En este contexto hace unas semanas se presentó en el congreso brasileño un proyecto de ley para mezclar la harina de trigo con harina de caña, pero según Menghin esto no es viable, ya que los molinos locales no ven con buenos ojos que la calidad de su producto baje tanto y perderían muchos clientes. En la búsqueda de nuevos mercados para conseguir trigo los molinos brasileños están presionando para que se elimine el arancel externo común para la importación, del 10%, de Estados Unidos, Canadá y Europa, al respecto Meneghin comenta que por el momento el pedido de los empresarios está totalmente paralizado y no hay previsiones que en el corto plazo se trate el conflicto.
No todas son pálidas para el agro brasileño, según Meneghin la producción de caña de azúcar para la fabricación de etanol está creciendo a pasos agigantados y tiene las mejores perspectivas, la producción de este cultivo está aumentando un 7% anual. Por otro lado y contrariamente a lo que muchos creen, el biodiesel no es el mejor negocio en Brasil, Meneghin explica que el precio que tiene hoy la soja en el mercado no es rentable para elaborar el combustible y las bonificaciones que hace el gobierno son sólo en el caso de agricultura familiar y estos son un pequeño grupo de productores.
