Esta será otra semana más de expectativas para los productores sojeros del estado brasileño de Río Grande do Sul. La ansiedad estará concentrada en las definiciones de Brasilia, donde el senado podrá votar el Proyecto de Ley de Bioseguridad. En estos días los líderes partidiarios estan negociando e intentando cerrar acuerdos de votación. La decisión a tomar en la capital del país es fundamental para los productores de soja, quienes a menos de un mes de comenzar la labores de siembra, esperan la reglamentación para el uso de semillas transgénicas.
En caso de que el Congreso no presente una definición, lo esperado es la emisión de una nueva medida provisoria que autorice el cultivo de organismos genéticamente modificados (OGM), como sucediera en las últimas dos campañas. “Esperamos alguna novedad, hay una gran movilización del parlamento y de las entidades representativas del sector” afirma Jorge Rodrigues, presidente de la Comisión de Granos de la Federación de Agricultura de Rio Grande do Sul (Farsul).
Aunque piensa que puede haber novedades, el dirigente tiene algunas dudas sobre la votación del parlamento. “Hay cuestiones polémicas principalmente referidas a investigaciones en el campo de la salud que envuelven a las investigaciones de las células tronco de embriones. Mientras tanto, ello no puede impedir la cosecha de soja. Toda esa indefinición puede perturbar la producción primaria y la adquisición de insumos de los productores”, resalta
Para Rodrigues, lo apropiado sería separar el tratamiento del proyecto y aprobar antes el cultivo de los transgénicos y dejar para otro momento los temas relacionados a la salud.
“El gobierno puede estar esperando que se agote el plazo de votación para entonces anunciar una medida provisoria, dijo el presidente de la Comisión de Agricultura de la Asamblea Legislativa, diputado Jerónimo Goergen (PP). En la evaluación del funcionario el problema de Brasil ya no es más la investigación en torno de los OGM, “nuestro dilema es la plantación de semillas de origen clandestino, problema que necesita regularizarse”, indicó.
Para algunos la creación de una norma provisoria es la salida más práctica y esta debería ser emitida antes de fin de mes para que las plantaciones no se inicien de manera irregular.
Este año se estima que el área a sembrarse con soja transgénica en el estado sería aún mayor que la del ciclo anterior. “Es difícil calcular ese valor pero las proyecciones indican que cerca del 80% del total de la superficie será cubierta con semillas genéticamente modificadas”.
