Tras el anuncio del cierre de importaciones por parte de los Estados Unidos para preservar la seguridad alimentaria, el ministro de Agricultura de Brasil, Blairo Maggi, inició hoy en Washington una rueda de consultas con el objetivo de revertir el embargo a la carne bovina fresca y recuperar los mercados perdidos.
En un encuentro con el secretario de Agricultura norteamericano, Sonny Perdue, Maggi intentará retomar las ventas a ese destino, que representó un ingreso de US$ 50 millones entre enero y mayo de este año.
Asimismo, el martes asistirá a una cita con directivos de la cámara binacional de empresarios, en la que estarán presentes muchos de los grandes importadores de carne brasileña.
Según trascendió, las autoridades brasileñas reconocieron que los lotes que justificaron el embargo a las carnes frescas presentaban “algunos abscesos”, que atribuyeron a una “reacción” de los productos a la vacuna que se aplica al ganado para prevenir la fiebre aftosa. Sin embargo, garantizaron que esas “reacciones” no representan riesgos para la salud ni afectan la “calidad” de los productos y que los controles internos de esas carnes fueron reforzados y adecuados plenamente a los requisitos sanitarios estadounidenses.